26/08/2025                                                                            
                                    
                                                                            
                                            A veces la vida entra sin pedir permiso y hace por nosotros lo que no nos atrevemos a hacer. Lo sentimos como vértigo: se mueve lo que creíamos fijo, se cae una certeza, se desarma un plan. Llega el caos y con él, la tentación de apretar más fuerte. Pero la vida no castiga: re-ordena.
Después del golpe aparece el vacío. Ese tramo silencioso que asusta porque no hay señales conocidas. En términos sistémicos, es el momento en que el campo reorganiza fuerzas: lo que no pertenecía vuelve a su lugar, lo que estaba mezclado se diferencia, el dar y tomar se equilibra. Duele porque la separación del enredo también separa la ilusión. Y, sin embargo, allí comienza la transformación.
Cuando la vida mueve, también abre un espacio que antes no podía nacer: espacio para respirar sin miedo a perder, para amar sin salvar, para poner límites que cuidan, para tomar solo lo que nos corresponde y devolver lo que pesa. Ese hueco que parecía una pérdida es, muchas veces, una cuna: donde algo verdadero puede crecer.
Si hoy estás en medio del remolino, vuelve al cuerpo. Siente los pies. Lleva la mano al pecho. Respira más largo que tus pensamientos. Puedes susurrarte: “Dejo que la vida me muestre el siguiente paso. Tomo lo que me toca. Devuelvo lo que no es mío. Confío.” No hace falta entenderlo todo; hace falta habitar lo que sucede con un poco más de presencia.
Míralo así: lo que hoy duele puede estar devolviéndote a tu lugar. Y desde tu lugar, el amor circula con menos sacrificio y más verdad. No te apures a llenar el vacío; permítele volverse umbral. Lo que parecía ruptura quizá es espacio. Lo que parecía castigo quizá es orden. Lo que parecía final quizá es inicio.
🌿 Cuéntame: ¿qué espacio nuevo podría estar abriéndose para ti detrás de este movimiento?
Si estas palabras te acompañan, guárdalas para volver cuando el vértigo vuelva, y compártelas con quien hoy necesite un poco de confianza. ✨