15/05/2025
No existe “la memoria” como un solo bloque que se activa o se apaga.
Existen sistemas de memoria diferentes, cada uno con una función específica que usamos a diario, incluso sin darnos cuenta.
Según Baddeley y Hitch (1974), la memoria de trabajo es un sistema que nos permite mantener y manipular información a corto plazo, por ejemplo, cuando hacemos cálculos mentales o seguimos instrucciones complejas.
Por su parte, Tulving (1972) diferenció la memoria episódica —que nos permite recordar experiencias personales— de la memoria semántica, encargada del conocimiento general y conceptual.
Y no olvidemos la memoria procedimental, esa que se activa cuando andamos en bici o escribimos sin pensar, y que funciona casi en piloto automático.
¿Por qué es importante entender esto?✅
Porque muchas veces decimos “tengo mala memoria”,🧠 sin saber que no todas las memorias funcionan igual… ni se entrenan igual.
Comprender cómo se organiza la memoria en el cerebro nos permite:
• Identificar áreas que necesitan apoyo
• Diseñar estrategias de aprendizaje efectivas
• Y acompañar mejor a niños, adolescentes y adultos que enfrentan retos cognitivos
Desde la neuropsicología, no solo observamos los síntomas: los entendemos, los evaluamos y ayudamos a transformarlos en herramientas funcionales.
¿Te interesa saber más sobre cómo funciona tu mente?
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