12/05/2024
La comunicación entre dos personas involucra mucho más que la palabra, depende del cerebro del hablante y del oyente. De ambos.
Un grupo formado por varias universidades americanas publicó en el año 2017 un trabajo donde se analizaba la comunicación entre los cerebros de dos personas, una hablaba y la otra escuchaba.
Los investigadores usaron un método de espectroscopia infrarroja para medir el acoplo entre el cerebro de los “narradores de historias” y los que escuchan. Se observó que la actividad cerebral del hablante y del oyente se acoplan solo cuando el oyente entiende la historia. Si la historia le resulta extraña o muy técnica no se produce el acoplo. La comunicación fisiológica es un mecanismo de la empatía y la comunicación. Se puede escuchar sin entender.
El acoplo entre los cerebros depende de la actividad cerebral del hablante, concretamente de las áreas frontales. Ahí la influencia de la atención que pone el hablante al expresarse. El acoplo depende también de la actividad cerebral del oyente, en áreas más temporales, depende por tanto de su memoria y de las sensaciones de su cuerpo. La comunicación entre los cerebros del hablante y del oyente tarda unos 5 segundos en realizarse y depende de ambos.
“soy responsable de lo que digo, no de lo que entiendas", expresa sabiamente un dicho popular … pero también el hablante tiene mucha responsabilidad en hacerse entender y expresarse de la forma más clara posible para facilitar el acoplo cerebral.