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                                            𝑃𝑜𝑟 𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟 𝑙𝑒𝑒 ℎ𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑒𝑙 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙.
¿𝙎𝘼𝘽𝙀𝙎 𝙌𝙐𝙀́ 𝙀𝙎 𝙇𝘼 𝙏𝙍𝙀𝙋𝘼𝙉𝘼𝘾𝙄𝙊́𝙉❓
Era una práctica antigua que consistía en abrir un agujero en el cráneo, utilizada con fines religiosos o supuestamente médicos, con el propósito de “sacar los malos espíritus” o tratar problemas traumáticos o neurológicos.
Hoy en día, a pesar de los avances en la ciencia y la tecnología, la falta de conocimiento sobre la salud mental —tanto en contextos sociales como culturales y religiosos— ha llevado a cometer errores nefastos mediante prácticas poco ortodoxas, que han costado la vida de cientos de personas. Durante mucho tiempo se ha satanizado la depresión, así como los problemas psicológicos y neurológicos.
Y aunque s̲é̲ q̲u̲e̲ e̲l̲ p̲o̲d̲e̲r̲ d̲e̲ J̲e̲s̲u̲c̲r̲i̲s̲t̲o̲ e̲s̲ i̲n̲m̲e̲n̲s̲o̲ p̲a̲r̲a̲ l̲i̲b̲e̲r̲a̲r̲,̲ Él también nos enseñó que existe un mundo espiritual y uno físico, ambos reales y con manifestaciones propias. Por eso, debemos ser responsables: así como una persona acude al médico cuando siente un malestar físico, de la misma manera debemos empezar a normalizar que los problemas psicológicos deben ser tratados por profesionales de la salud mental.
Aunque reconocemos que muchos de estos problemas pueden tener un componente espiritual, otros son de origen neurológico, hormonal o emocional, y deben ser guiados por especialistas calificados.
Muchas personas dentro de las iglesias están sufriendo en silencio por miedo a hablar de lo que les sucede. Temen ser juzgadas al confesar que sienten depresión, cambios de ánimo e incluso pensamientos suicidas. A menudo, en lugar de recibir apoyo, son acusadas de “falta de oración” o de no ayunar lo suficiente, y se les recomienda prácticas que, si la causa es hormonal, pueden incluso empeorar los síntomas.
Nuevamente, quiero aclarar y reconocer que no se puede desconocer la realidad del mundo espiritual, y que el poder de Dios es capaz de liberar y sanar, ya sea algo físico o espiritual. Sin embargo, también debemos ser responsables y enseñar a las personas que está bien acudir a psicólogos y, si es necesario, a psiquiatras. Idealmente, profesionales con una cosmovisión bíblica, pero, sobre todo, capacitados en estas áreas.
Estamos viviendo en la época de mayor prevalencia de enfermedades mentales. Es hora de que empecemos a hablar de salud mental como una forma de prevención, y no solo cuando ya es demasiado tarde, lamentándonos por hechos trágicos como el suicidio. Ninguno de nosotros está exento de pasar por esta problemática.
Si estas viviendo esto, no estás sola(o). Buscar ayuda es un camino hacia la sanación, y tú mereces vivir bien.
10 septiembre, en el día de prevención del suicidio 
Atentamente 
𝑨𝒅𝒓𝒊𝒂𝒏𝒂 𝑮𝒐́𝒎𝒆𝒛
𝑷𝒓𝒐𝒎𝒐𝒕𝒐𝒓𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒃𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒍, 𝒆𝒎𝒐𝒄𝒊𝒐𝒏𝒂𝒍 𝒚 𝒔𝒂𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒓𝒊𝒐𝒓                                        
 
                                                                                                     
                                                                                                     
                                                                                                     
                                                                                                     
                                                                                                     
                                                                                                     
                                                                                                     
                                                                                                     
                                                                                                     
                                         
   
   
   
   
     
   
   
  