24/07/2023
Es fuente de ácidos grasos monoinsaturados, es decir, grasas saludables que ayudan al desarrollo del sistema nervioso y el cerebro del bebé. Los principales son el ácido oleico y los ácidos grasos omega 3 y omega 6. Además, ayudan a controlar los niveles de triglicéridos y colesterol malo.
– Posee grandes cantidades de vitamina E y estimula la formación de colágeno, fortaleciendo la salud de la piel, las uñas y el cabello.
– Es rico en fibra, evitando el estreñimiento, un problema habitual en bebés.
– Contiene vitamina D, necesaria para regular la absorción de calcio y fósforo, por lo que ayuda al crecimiento y fortalecimiento de los huesos y los dientes.
– Es rico en minerales como potasio, calcio, hierro, magnesio y zinc. Tiene más potasio que el plátano, por ejemplo, lo que lo hace importante para el buen funcionamiento del sistema muscular. Mientras que el magnesio, junto con la vitamina B6, favorecen nuestro sistema nervioso.
– Es una de las pocas frutas que aportan ácido fólico o vitamina B9, fundamental para la regeneración celular, así como a la hora de prevenir mutaciones en el ADN.
– Contiene carotenoides y fitoquímicos activos que mejoran la salud en general y refuerzan el sistema inmunitario.
Además, por su textura y sabor suele gustar a los bebés,
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