
01/05/2022
Los niños curiosamente a pesar de su corta edad, son un ejemplo a seguir. Su inocencia explica la pureza de su alma, su espontaneidad es reflejo de su sencillez, la alegría en su correr, en sus travesuras y en sus sonrisas, levantan el animo al mas triste, y el amor más divino se hace tangible en sus caricias saturadas de ternura. Ahora entiendo bien por qué Jesús dijo que “Para entrar en el cielo hay que ser como los niños”.
Los niños son sencillamente sorprendentes, son lo mejor de la humanidad. 💚💚💚