01/06/2025
🚨Reflexión
"Cuando el amor no sabe hablar"
🦋🦬
La mariposa encontró al búfalo herido e inconsciente, con una flecha clavada en su cuerpo. Al quitarle la flecha, el búfalo despertó del desmayo.
"¡No necesito tu ayuda! ¡Déjame solo!" —gritó el búfalo, empujando con fuerza a la mariposa y lastimándola un poco.
Herida, la mariposa salió cojeando y fue directamente a la cueva donde solía llorar cada vez que el búfalo la maltrataba.
Tan pronto como se recuperó, regresó con una planta medicinal para intentar curarlo. Pero recibió otra patada, esta vez tan fuerte que la dejó gravemente herida.
"¡Desaparece de aquí!" —gritaba el búfalo.
Aun herida, la mariposa dejó la planta medicinal al lado del búfalo.
"Sabes, búfalo... a veces pienso que no me amas," dijo la mariposa, con los ojos llenos de lágrimas.
"¡Yo no te amo! ¡Te odio!" —respondió el búfalo.
La mariposa se alejó arrastrándose, agotada por el dolor, y fue directamente a su cueva a llorar. Pero esta vez... no volvió.
Con el tiempo, el búfalo empezó a sentir su ausencia. Recordó sus gestos de cariño, los regalos, las sonrisas... la dulzura de la mariposa.
Pero ahora solo quedaba tristeza. Un vacío profundo. Un agujero en el pecho que nada podía llenar.
Ya no comía, no dormía... cojeando y con miedo de haberla matado por su ignorancia.
A su lado, estaba la planta medicinal —el último regalo que ella le había dejado— ahora estaba marchita.
El búfalo no pudo más. Salió en busca de la mariposa, fue directo a la cueva donde ella solía llorar.
Entró con esperanza... pero ella no estaba. Solo había un silencio pesado. Un vacío abrumador.
Se recostó sobre una piedra y empezó a llorar.
Entonces la piedra preguntó:
"¿Por qué lloras?"
"Es que... yo amaba a una mariposa alegre, feliz, generosa... pero murió. Yo... yo... creo que la maté..."
Las lágrimas caían por su rostro mientras hablaba.
La piedra respondió:
"¿Es cierto que la amabas?"
"¡Claro que sí! ¡Y no era poco!" —respondió él.
"¿Y por qué nunca se lo dijiste?"
"No sé... creía que era más fácil decir que la odiaba..."
De repente, la mariposa salió de detrás de la piedra que "hablaba" con él:
"¿Acaso alguna vez viste a una piedra hablar? ¡Soy yo la que te habla! ¡Estoy viva! ¡No me morí!"
El búfalo se desbordó de emoción y empezó a gritar:
"¡Te odio! ¡Te odio!"
Pero mientras decía eso... abrazaba a la mariposa con fuerza.
Incluso después de todo eso, nunca le dijo con claridad que la amaba.
Y así es la vida: hay muchas personas que nunca dirán esas palabras.
Pero el amor... está ahí, silencioso, escondido en lo más profundo del corazón.
🍀 Reflexión:
No todos saben decir lo que sienten. Algunos, por miedo a ser heridos, prefieren levantar muros antes que mostrar el corazón.
Pero no confundas frialdad con falta de amor.
Hay quienes, en su torpeza emocional, lastiman sin querer…
Simplemente porque no saben cómo amar sin esconderse.
A veces, las acciones más rudas nacen de los sentimientos más profundos.
Y aunque no lo digan con palabras, hay amores que se manifiestan en silencios, miradas o gestos sencillos.
Aprende a reconocerlos. Porque amar no siempre se trata de decirlo… A veces, se trata de quedarse, curar, y seguir intentando… incluso en medio del dolor.
Con cariño 👉🏻RossyCortes.Coach
Créditos al autor ✍🏻