Ortopedia Geriátrica - Osteoporosis y Metabolismo

En condiciones normales, una persona alcanza a los 30-35 años una cantidad máxima de masa ósea (“pico de masa ósea”). A partir de ese momento, existe una pérdida natural de masa ósea.

Las mujeres tienen más frecuentemente osteoporosis por varios motivos: su pico de masa ósea suele ser inferior al del varón y con la menopausia se acelera la pérdida de hueso (osteoporosis posmenopáusica).

Existen muchas otras causas de osteoporosis: alcoholismo, fármacos (glucocorticoides, tratamiento hormonal utilizado para el tratamiento de cáncer de mama y de próstata…), enfermedades inflamatorias reumáticas, endocrinas, hepáticas, insuficiencia renal, entre otras

Síntomas La osteoporosis se denomina epidemia silenciosa porque no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas. Las fracturas más frecuentes son las vertebrales, las de cadera y las de la muñeca (fractura de Colles o extremo distal del radio). La fractura de cadera tiene especial importancia ya que se considera un acontecimiento grave debido a que requiere intervención quirúrgica, ingreso hospitalario y supone para el paciente una pérdida de calidad de vida aunque sea por un periodo corto de tiempo.

La Clinica de Osteoporosis cuida de la salud ósea y estabilidad biomecánica en estructura y composición de la matriz extracelular e intracelular en forma molecular y fibrilar para la formación de enlaces de sosten con tecnología de avanzada e ingeniería de tejido óseo en tratamientos correctivos en casos de osteopenia, osteoporosis, osteólisis (aflojamientos) periprotésicos o de implantes, pseudoartrosis, retardos en la consolidación ósea, no uniones de fracturas, defectos corticales. Ofrecemos tratamientos científicos en la Osteoporosis u Osteopenia con medicina basada en la evidencia, muy novedosos, contemporáneos y a su alcance inmediato. Estimulamos al tejido conectivo denso dentro del fibrocartilago periarticular, anillos fibrosos vertebrales o dentro de las trabéculas óseas en sus haces o redes tridimensionales, combinando frenos o detenciones en la progresión de la enfermedad degenerativa y a su vez recuperan la masa o densidad ósea perdida por la edad avanzada, producto de una enfermedad congénita o adquirida inmuno-reumatológica, o debido a carencias hormonales que hacen que disminuya la cantidad de minerales en el hueso, perdiendo fuerza y resistencia a la tensión, principalmente en el hueso trabecular y reduciéndose la zona cortical por un defecto en la absorción del calcio producido; por falta de iones de manganeso, sobreproducción de radicales libres y por la hipomovilidad que conlleva el dolor óseo y el miedo a fracturarse, ya que estos acontecimientos a los huesos los vuelve quebradizos y susceptibles a fracturas o microfracturas, cifosis (gibas, jorobas), además de producir en el enfermo una discapacidad severa.

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