14/07/2024
En junio del 2020, en plena pandemia por , daba para Unisanitas, la clase de Neuroendocrinología .
No sabíamos realmente cuanto rato mas duraría el aislamiento (lockdown) , los abrazos estaban suspendidos, aún no había vacunas y tampoco sabíamos cuán grave sería esto que le ocurría al mundo entero , ni quienes saldrían ilesos de todo lo que sucedía .
Con esta frase terminé esa clase, reinaba la incertidumbre entre todos , creo muy especialmente en los médicos a quienes nos tocaba ver pacientes : ¿y si nos contagiamos y si contagiábamos a la familia y si enfermamos y si morimos?.
Muchos "y si" esos que a veces nos atormentan innecesariamente
Han pasado 4 años de eso, es increíble si ¡4 años! muchos lamentablemente ya no están , ni amigos, ni médicos, ni conocidos, muchos perdieron a alguien amado , a alguien importante y con toda certeza , nadie salió ileso de esa pandemia.
A algunos , aunque parezca increíble esa tormenta no los tocó y tampoco los cambió.
Creo que a veces solo las tormentas personales son las que te cambian, cual rayo reconfigurador, de pronto entiendes de un solo brochazo que de verdad hay que vivir con "el aquí y el ahora", entiendes de pronto que debes ser amable contigo, que las metas personales mas importantes y a las que quieres llegar tienen que ver con el amor, la vida, la salud, los amigos, la familia.
A veces le metemos demasiado peso a la mochila y nos exigimos hasta el cansancio , por supuesto somos nosotros mismos quienes debemos aligerar la carga, nuestras cargas .
Les digo algo : hay que vivir mas y planificar menos.
Son mis reflexiones de domingo para compartir con uds
(*) La frase es tomada del libro : "Kafka en la orilla"
- Venezuela