31/12/2024
Mi papá fue, una vez, un niño de San José de Pare, el hijo de un carpintero y una laboriosa y valiente mujer, el cuarto hermano de una familia de once. Un niño que soñaba con tener un burrito para cargar los bultos de harina desde Güepsa hasta San José de Pare. Con esfuerzo y determinación, demostró que los sueños pueden hacerse realidad, convirtiéndose en un gran ingeniero geógrafo. Fue un hombre trabajador, un ejemplo de superación y resiliencia. Papá era un anfitrión en el sentido más amplio de la palabra. Su hogar y su corazón siempre estaban abiertos. Con mi mamá, formaban un gran equipo para recibir amigos, vecinos y familia. Su casa era el lugar para charlar, hacer novenas, jugar cartas, celebrar navidades y organizar asados. Con su ejemplo, nos enseñaron que recibir a los demás con alegría, hospitalidad y generosidad es una forma más de amar. Era un hombre consentidor, con una ternura especial para interactuar con los niños, lo que lo hacía único. Nosotras, sus niñas, fuimos muy afortunadas de tener un papá que nos daba masajes en los pies y estaba siempre atento a nuestras tareas del colegio, las clases de música y deportes. Cada uno de nuestros logros académicos lo llenaba de orgullo, y no es para menos, porque realmente eran suyos también. Estuvo a nuestro lado en cada momento difícil: desamores, decepciones y, especialmente, en el mayor reto de acompañar a mi mamá hasta el final. El cariño de nuestro papá se multiplicó y se hizo infinito con sus nietos, que fueron su mayor amor y su mayor debilidad. No había nada que el abuelo no hiciera por Thomas y Simón: defenderlos de la mamá, llenarlos de regalos y tener siempre una alacena repleta de golosinas para sus chinitos. Su espíritu explorador y su trabajo lo llevaron a recorrer lugares remotos de este país. Le apasionaban la geografía, las plantas, los animales y la astronomía. Con su elocuencia, llenaba las conversaciones de historias fascinantes sobre sus travesías……Papá era también un amante de las cosas simples: el queso, las panelitas, sus sopas de chocolate, los paseos al río, las galletas Oreo y, sobre todo, este tiempo de Navidad que disfrutaba tanto decorando la casa, preparando galletas y mantecada y planeando las novenas.
Este es solo un pequeño homenaje de gratitud a ese gran hombre al que le debemos tanto!
Carlitos, K**e, Enriquito, el Abuelo, ternurita, nuestro papa osito permanecerá vivo en cada historia que contemos, y en cada sonrisa que brote al recordarlo 💞🙌🏻.