24/03/2021
VIVIR CON MIEDO NO ES VIVIR, ES NO MORIRSE
*Artículo publicado originalmente el 27/5/2020 en bienestaryproductividad.com.co
El título lo tomé de una frase expresada en una película que me gustó mucho y considero que va bien en estos momentos en que atravesamos circunstancias que nos están moviendo física, mental, emocional y espiritualmente, a nivel mundial en nuestra amada Gaia; tiempo en el que a través de internet circula gran cantidad de información, alguna que busca alentar y generar conciencia como es el objetivo de este artículo y otra que desafortunadamente generar más miedo e incertidumbre.
Como profesional de la salud, comprometida con la identificación, disminución de riesgos psicosociales, el mejoramiento de la calidad de vida, y que a nivel personal estoy comprometida con el despertar de la conciencia, el cual desde mi percepción ha significado salirme de contextos polarizados como la política, la religión, creencias y normas que no funcionan, entre otros, etc., he venido verificando,sobretodo ahora, que el miedo es más letal que el “virus del momento”, que de hecho, el miedo sí que actúa como un virus dañino, silencioso, que va matando lentamente, coartando el deseo de cambiar, de disfrutar, de compartir, de crear, de amar, de explorar, sentir, asumir nuestros errores y avanzar; y con las restricciones que se nos imponen a nivel legal, y el manejo que se le está dando desde las instituciones que emiten los lineamientos de comportamiento, percibo limitación de la naturaleza humana, ya que como humanos, algunas de las acciones que fortalecen nuestro sistema inmune, son los abrazos, las caricias, lo besos, la cercanía, el compartir, respirar libremente inhalando y exhalando, tomar el sol, alimentarnos adecuadamente, tener tiempo libre para disfrutar y hacer lo que nos hace felices; y nos “imponen” que no podemos compartir, a esto lo han llamado distanciamiento social, ya que otros humanos podrían contagiarnos de un virus que podría matarnos y que realmente ya no es claro que se transmita como inicialmente lo expusieron, lo cual ha generado pánico, ya que esta forma de distanciamiento social es más como una separación y la separación va en contra de la unidad, la cual es propia de la vida en el universo; otro enfoque más apropiado y que infunde menos temor sería el formar en el respeto del espacio personal el cual debería ser algo normal y necesario para la calidad de vida; entonces quienes no venían acostumbrados a una higiene normalizada como el lavado de manos o el mantener el espacio personal por un lado, y por el otro, o por ambos lados, quienes son “consumidores” regulares de los noticieros tradicionales, han quedado presos del miedo, y este, el miedo, es a quien debemos prestar gran atención, para reconocerlo, sentirlo y desvanecerlo; sin embargo, pienso que todo lo que está ocurriendo en necesario desde un nivel evolutivo, para aprender de los errores, despertar, crecer y avanzar.
Muchas personas se encuentran viviendo la cuarentena en espacios pequeños, como lo son los apartamentos, que fueron diseñados dentro del sistema socioeconómico, para albergar cada vez más familias en las ciudades, y como en cada familia hay proveedores, que normalmente son los padres, los cuales para ganarse el sustento, normalmente se encontraban fuera todo el día, al igual que los hijos que iban una gran parte del día al colegio; entonces prácticamente a un apartamento se iba era a dormir, por lo cual, muchísimas personas no habían sido conscientes de la importancia del espacio físico y sí, también mental, emocional y espiritual; espacio físico que puede ser utilizado para trabajar, ejercitarse, divertirse, descansar, cultivar sus propios alimentos (a esta última estoy despertando siendo consciente de su gran importancia), y ahora en esta situación es notorio y hace que muchos estén cuestionándose, realmente vivir en un apartamento es la forma de vida que deseo? (yo también he estado viviendo cuando me encuentro en Bogotá, en un apartamento y soy consciente de cómo es la vida en un apartamento en la ciudad); otros estarán haciéndose conscientes sobre la importancia de desplazarse normalmente solo para lo necesario en las ciudades, y con eso evitar congestionar el tráfico y disminuir la contaminación del planeta con los desechos de los combustibles fósiles; siendo conscientes de lo mencionado, también se estarán haciendo conscientes de que sí se puede trabajar desde la casa, sin exigencias a los empleadores, adaptándose a las circunstancias y aprendiendo a administrar efectivamente el tiempo entre las tareas del hogar, el trabajo y el cuidado personal y familiar, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.
Todo lo que menciono ya venía haciéndolo consciente desde hace unos años, por el tipo de trabajo que realizo y por mi experiencia de vida, por eso insistía en el Tele trabajo ó el Trabajo en casa, en que es más valiosa la tierra que un auto, el poder estar en contacto inmediato con la naturaleza para equilibrarnos y darle el cuidado que requiere así como ella nos permite vivir en ella, y por eso aunque me daba miedo tomar decisiones para llevar a cabo una serie de acciones para ir cambiando mi estilo de vida, tuve el coraje de ir haciéndolo, aprendiendo y ahora puedo tener mayor consciencia de estas palabras que hoy comparto sin miedo; no nos dejemos ganar del miedo, hagamos lo que nuestros corazones nos indiquen, siempre nuestro ser interior sabe por donde tomar, “con qué sí y con qué no, con quien sí y con quien no”; lo de afuera, el sistema que desea perpetuarse, las viejas creencias limitantes, que no ayudan a avanzar y que definitivamente ya no funcionan, desean aferrarse y quedarse, pero la vida así ya no es concebible; esta situación del “virus de la corona” que ha desencadenado el “virus del miedo”, nos ha detenido para hacer una “remodelación” interior y de la vida como la conocemos; y como en toda remodelación, dejaremos lo que funciona y lo que no se convertirá en escombro, al que también hay que darle una debida ubicación, en este caso en nuestra historia evolutiva.
En estas líneas, hablo desde mi corazón, desde lo más profundo de mi ser, ese ser, que como todos también ha sentido y siente miedo, de decir lo que piensa, y de poder cambiar lo que no funciona; desde pequeña siempre tuve la característica de ir adelante en algunos aspectos, de poder ver de manera diferente las situaciones de la vida, de equivocarme por explorar, de ser criticada y tomada como “loca”; para no ir muy atrás cuando hablé de trabajo en casa, me ignoraron muchas veces; cuando he hablado de usar la tecnología para diagnosticar e intervenir los riesgos psicosociales, bueno, ese tema aún ni se ha definido y no voy a detenerme en eso ahora; cuando adquirí una casa que requería reparaciones, en un pueblo costero del Atlántico en donde se encuentra el contraste de la armonía y la belleza de la naturaleza y en algunos espacios, de la mano inconsciente del hombre que hace un uso inadecuado de los residuos (esto último, verlo estando aquí hiere mi corazón y anhelo trabajarlo pronto), muchos pensaron que estaba loca y por fortuna en estos tiempos este ha sido mi refugio y he podido oxigenarme y centrarme de la belleza de la naturaleza, para poder aclarar mis ideas y ayudar con información como esta, tomando las herramientas que he aprendido en mi experiencia de vida, en mi formación en el área humana y de la salud y las herramientas que he verificado estudiando con mi tía Matty, quien enseña otras formas de vivir, formas salidas de las instituciones tradicionales y que sí funcionan, para liberarnos de los juzgamientos, de la crítica, información que construye y ayuda a dejar de sufrir y a vivir desde una comprensión del universo desde el amor.
Con lo anterior, mi invitación es a que hagan lo que les dice su conciencia, los invito a salir del miedo, ese que infunden los medios, palabra a la cual si hacemos el ejercicio de cambiarle el orden a las letras dice: miedos, será coincidencia? … salir del miedo a lo desconocido, del miedo a crear un nuevo mundo, sin polaridades, sin odios, sin ver a los otros como seres que pueden contagiarnos, que incomodo y triste es vivir así, pensando que los otros van a contagiarnos; eso sí, siempre debemos cuidarnos, ser limpios y ordenados, respetar el espacio personal, pero no por miedo, sino por respeto; aprender a trabajar desde casa, quienes pueden hacer trabajos en casa y les gusta, aprender que las pausas activas en casa no son como las pintan, en realidad, en las pausas aprovechamos el tiempo para cocinar, organizar la cocina, lavar, mantener nuestro espacio limpio, ordenado y armónico y obviamente compartir con los nuestros y hacer lo que amamos, como bailar, escribir, hablar con quienes amamos, ejercitarnos, etc., todo esto sube nuestra energía y nos hace sentir útiles, centrados y es una terapia ocupacional.
Ánimo, sé que en estos tiempos podemos agotarnos, pero en nosotros mismos está el salir fortalecidos de esta situación; mientras esto pasa, porque todo cambia tarde o temprano, disfrutemos las buenas cosas que podemos tener ahora; en mi caso, la compañía de mi hija, ingeniármelas en la cocina, disfrutar del lugar en el que me encuentro y poder ver los diversos niveles de conciencia aquí, los que teniendo la hermosa naturaleza la cuidan y valoran y otros que desafortunadamente la ensucian y la dañan y en ambos escenarios, estoy aprendiendo a aceptar la realidad como es y hacer lo que puedo por mejorarla; por otro lado, yendo a mi interior, reconociendo también mi oscuridad, para poder empezar a cambiar, permitiéndome sentir mis emociones, reconociendo cuando tengo miedo, cuando me siento triste, cuando siento incertidumbre; haciéndome consciente que nuestro creador siempre está ayudándonos y que aunque no podamos entender todo ahora, siempre hay un propósito y todo se encuentra conforme a la voluntad divina. Respiremos todo el aire puro que podamos y sigamos adelante; es tiempo de cooperar, la competencia es cosa del pasado, ahora es tiempo de complementarnos; el miedo es lo opuesto al amor, pero cuando sentimos miedo y aceptamos que lo estamos sintiendo, podemos despertar; comprendiendo que el amor es la mejor elección y una elección de amor es escuchar nuestro corazón e ir “navegando” en estos tiempos “marea alta en lo colectivo” disfrutando el camino, por duro y agotador que nos parezca.
Todo hace parte de un plan divino, porque todo lo que nos ocurre es perfecto para nuestra evolución, por difícil que parezca; cuantas veces hemos mirado atrás y nos hemos dado cuenta que por fortuna vivimos X o Y situación difícil, ya que sin eso no seríamos quienes somos ahora; probablemente eso suceda con nosotros, y digo probablemente porque nadie sabe a ciencia cierta cómo continuará esta situación y como saldremos de ella; tanto maestros espirituales, como profesionales, personajes públicos y las personas en general, cada uno tenemos una opinión y una visión de lo que ocurre y es excelente que estemos despiertos o despertando por lo menos, buscando ayudar de alguna manera; pero nadie sabe cuál será el desenlace de nuestra historia colectiva actual; por eso nuevamente mi invitación es a ir a nuestro interior, ya que ahí está nuestro “GPS” en el corazón, con línea directa al creador y él nos guiará sobre como navegar en esta marea alta y agitada en lo colectivo y aprender a manejar el miedo, porque estamos vivos y es importante disfrutar lo que tenemos y agradecer en todo momento, incluso si no nos gusta lo que está ocurriendo, ver lo positivo en toda situación.
Por último mi sentido común me indica decirles, lavarse las manos es una acción cotidiana, mantenernos limpios y respetar el espacio personal también, tomémoslo como eso como acciones cotidianas, sin ponerle una carga mayor de la que ya nos han querido imponer; recordemos que este cuerpo terrenal se irá y que no sirve de nada vivir con miedo, sentirlo es normal, pero hay que avanzar, porque como dice el título vivir con miedo no es vivir, es no morirse; pero está en cada uno de nosotros elegir como vivir este tiempo y vivirlo de la mejor manera que hallemos posible; confiemos en que esto pasará porque todo pasa,y como dicen por ahí “hasta lo bueno se acaba” y entre más despiertos estemos, más rápido podremos mejorar nuestras vidas y por consiguiente nuestro universo.
Por Ingrith Vélez