31/07/2025
Como padres, un ritmo lento en el corazón de nuestros hijos puede generar preocupación. Sin embargo, en cardiología pediátrica, no toda bradicardia es motivo de alarma.
El Dr. César Bretón te comparte 5 puntos esenciales sobre la bradicardia infantil para que estés informado:
No toda bradicardia es mala: En niños muy deportistas o durante el sueño, un ritmo cardíaco más lento de lo normal puede ser fisiológico y saludable, señal de un corazón fuerte y eficiente.
Puede presentarse desde el nacimiento: Algunas bradicardias pueden ser congénitas (presentes al nacer), siendo detectadas incluso en el embarazo o poco después del parto, y requieren seguimiento especializado.
Los síntomas pueden ser difíciles de notar: En ocasiones, las señales son sutiles. En bebés, pueden ser cansancio al alimentarse o poco aumento de peso. En niños mayores, fatiga inusual, mareos o bajo rendimiento que no se asocia a otras causas.
Pueden estar asociadas a otras condiciones: La bradicardia a veces es un síntoma de otras situaciones, como el uso de ciertos medicamentos, problemas de la tiroides, o incluso secuelas de cirugías cardíacas previas.
En algunos casos, requiere un tratamiento especializado: Si la bradicardia es patológica y afecta la salud del niño, existen tratamientos que van desde el ajuste de medicación hasta, en casos específicos, la colocación de un marcapasos. La decisión siempre es individualizada.
La clave es un diagnóstico preciso y un seguimiento profesional.
Si tienes dudas sobre el ritmo cardíaco de tu hijo, ¡agenda una consulta con el Dr. César Bretón para salir de dudas y asegurar su bienestar!