09/10/2025
Todo empezó con un video en redes: una empresaria anunciaba una oferta laboral que, en cuestión de horas, terminó convertida en una 𝗹𝗲𝗰𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗶𝗱𝗲𝗿𝗮𝘇𝗴𝗼
En el video hablaba de una “gran oportunidad” para quienes quisieran aprender con ella .
El problema es que, al revisar las funciones del cargo, era evidente que lo que describía no correspondía a una sola persona, sino a lo que fácilmente podían ser cuatro o cinco perfiles distintos.
Como era de esperarse, la gente reaccionó.
Alguien comentó que estaba ofreciendo “un puesto loco”, y su respuesta fue todavía peor, por medio de otro video bastante sarcástico, bastante emocional y de manera firme y contundente: dijo que buscaba personas que dieran la milla extra, que se pusieran la camiseta, que no se fijaran tanto en las funciones sino en las ganas de aprender.
El resultado: críticas, exposición negativa, el video eliminado y, más tarde, nuevas declaraciones que terminaron afectando aún más su imagen y la de su empresa.
Y ahí fue donde me detuve a reflexionar...
Muchas veces creemos que liderar es inspirar con discursos, pero el liderazgo también se demuestra en cómo contratas, en cómo valoras a tu equipo y en qué tan coherente eres entre lo que dices y lo que realmente construyes.
Emprender no se trata solo vender o crecer en redes, es también tomarse en serio lo básico desde el principio:
- Definir perfiles de cargo claros
- Crear manuales de funciones
- Diseñar estructuras que permitan crecer sin sobrecargar a las personas
- Ofrecer salarios justos que reconozcan el valor del talento
Y más allá de lo normativo, las empresas necesitamos entender que no basta con generar empleo, hay que generar empleos dignos:
→ Con escalas salariales acordes a la formación y experiencia
→ Con condiciones laborales que garanticen bienestar y permanencia
→ Con salario emocional que fomente orgullo y sentido de pertenencia
Porque una empresa no crece realmente si lo hace a costa la vulnerabilidad de su gente.
Cuando logramos construir relaciones laborales basadas en equilibrio y respeto, donde el trabajo se valora, se compensa y se cuida, se genera una relación de ganar-ganar:
→ La empresa recibe compromiso, creatividad y resultados
→ Las personas encuentran sentido, estabilidad y orgullo de pertenecer
Cuando entendemos esto, realmente estamos hablando de liderazgo.
Y es, tal vez, la forma más genuina de construir empresas que aporten valor a la sociedad.
¿Crees que hoy las empresas están realmente entendiendo la importancia de ofrecer empleos dignos y bien estructurados? O seguimos normalizando la idea de “dar la milla extra”.