
12/07/2025
🌿 Reflexión profunda: Paz sin ansiedad – Un camino entre la fe y la mente 🌿
La ansiedad es uno de los males más comunes de nuestro tiempo. La psicología moderna la describe como una respuesta emocional anticipatoria ante un peligro que aún no ha ocurrido. Es decir, tememos lo que podría pasar, no lo que está pasando. Esta respuesta puede ser útil en pequeñas dosis, pero cuando se convierte en una constante, desgasta nuestra salud emocional, debilita nuestro cuerpo y nubla nuestra fe.
Desde el punto de vista cristiano, la ansiedad es también una lucha espiritual. Es una batalla entre lo que nuestros ojos ven y lo que nuestro corazón cree. En el fondo, muchas veces la ansiedad surge cuando sentimos que hemos perdido el control. Pero la verdad profunda del Evangelio es que nunca fuimos llamados a tenerlo todo bajo control. Ese lugar le pertenece a Dios.
Jesús mismo nos enseñó que vivir en afán por el futuro es una carga que el alma humana no está diseñada para llevar. En Mateo 6, nos recuerda que el Padre celestial viste a los lirios del campo y alimenta a las aves del cielo. ¿Cuánto más cuidará de nosotros, que somos sus hijos? Desde la fe, descansar en Dios es reconocer que el futuro no está en nuestras manos, pero sí en las de Aquel que nunca falla.
La psicología nos anima a vivir el presente con atención plena, lo que hoy llamamos mindfulness. Pero siglos antes, la Palabra ya nos invitaba a vivir “un día a la vez”, a no preocuparnos por el mañana, sino a confiar que cada día trae su propio aprendizaje, su propio propósito, y también su provisión divina.
Cuando oramos, no solo hablamos con Dios, sino que reorganizamos internamente nuestras emociones. Nos descargamos del peso innecesario. Cuando agradecemos, incluso en medio de la dificultad, el cerebro se reajusta hacia una visión más resiliente. Y cuando confiamos, le damos al alma el oxígeno que necesita para descansar.
📖 "Por nada estén afanosos, sino que sean conocidas sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús."
— Filipenses 4:6-7
📖 "Así que, no se afanen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal."
— Mateo 6:34
La calma no es negación de la realidad; es una decisión espiritual y emocional. Es confiar, respirar, soltar, orar, vivir. Es saber que Dios camina con nosotros en cada paso, y que aunque no controlemos el futuro, sí podemos elegir cómo vivir hoy: sin ansiedad, sin temor y con esperanza firme en Cristo.
JULIO CÉSAR CARABALI ZAMORA
PSICÓLOGO .
Psicología cristiana holística.