04/10/2025
Si algún día pudiera recibir una carta de mi Ángel de Amor, quiero imaginar que sería así;
"Carta de Mi Ángel de Amor desde el cielo”
Mamita, no estés triste pensando en mí, estoy en un jardín enorme lleno de flores de colores, este lugar es realmente maravilloso. Yo estoy súper feliz en esta paz total que me rodea por todos lados. Te escribo para que esa tristeza que llevas en tu corazón y esos días grises los cambies por los abrazos, los besos y todos los momentos felices que compartimos juntas, esos que fueron la esencia misma de nuestra vida.
¿Sabes? Aquí hay muchos Ángeles iguales que yo y son realmente extraordinarios, a mí me encanta verlos volar y poder jugar con ellos. Es un gozo indescriptible sentir su compañía y su amor puro. Te cuento que Jesús no se me pareció a ninguna foto que pintan de él. Y aún así, tan pronto lo vi lo reconocí y pensé: “Ese es Chuchuito, así como le decía mi abuelita”. Él me tomó de su mano y me llevó a hablar con Dios como si yo fuera la reina del lugar. Fue en ese momento donde me acerqué y le dije al oído que yo quería enviarte una carta para despedirme de ti ya que no lo había podido hacer y así contarte cómo me estoy sintiendo en este momento.
No me lo vas a creer, Él de inmediato me dio un papel y su pluma personal para que yo cumpliera mi deseo y me dijo que enviaría a un ángel para que te la entregara. Qué difícil es explicarte cómo me siento, mamita. Los extraño cada segundo, pero lo que puedo decirte es que se siente bien estar acá. El sol brilla increíble y las nubes reflejan su luz provocando unos hermosos rayos que ves por todos lados. Aquí hay mucha gente como yo, también están todos esos seres amados que se nos habían adelantado. Sabes, mi abuelita Hortensia me cuida mucho, también estoy con mi tío Paulito, mi tío Gigito y pude conocer a mi tío Juan Carlos.
Cuando vi llegar a tu suegra la señora Glorita, corrí a darle un abrazo y a agradecerle por tanto amor con el que te acogió en su hogar, se notaba ese gran amor de las dos, cuando llegó tu suegro también le agradecí por ser tan especiales contigo.
Sabes me sorprendí cuando vi llegar a mi tía Gladys la vi siempre peleando sus batallas como toda una guerrera y sé que al igual que yo sentía que no era la hora de partir , pero al igual estoy muy feliz de estar aquí reunida con ellos. Ya sabes cómo es mi tía, todo lo mantiene en orden y nos mantiene reunidos a todos. Ya tenemos hasta los perritos de ella y también le dimos la bienvenida a Chente y a Bruno, sí, ya están con nosotros. En fin, a todos los que una vez fueron parte de nuestras vidas y han llegado aquí les he dado su fuerte abrazo de bienvenida porque, si me pongo a nombrarlos a todos, esta lista sería interminable.
Se me pasó contarte que disfruto mucho la compañía de tu Ángel de la felicidad como tú le dices a Paula Moros; es una presencia llena de luz y amor. Mientras te escribía, Dios se me acercó y me dijo que te contestara la pregunta que tanto le haces: “Dios, ¿dónde estabas cuando ella necesitaba de tí? ¿Por qué ella?”, Él solo me contestó que estaba conmigo en el mismo lugar, como tú siempre se lo pedías en sus oraciones, y que ¿por qué yo?, porque era el día y la hora en que tenía que regresar a la casa de él. Tienes que saber que él nunca me ha dejado, ni antes y mucho menos ahora, y eso mantiene mi alma llena de regocijo.
Recuerda mamita, que cuando me necesites solo debes cerrar tus ojitos y sentir cómo sigo ahí a tu lado en ese lugar especial que tú construiste para mí en el centro de tu corazón, donde nacen los latidos que sostienen tu vida y dan abrigo a tu alma, ahí estoy siempre presente en lo más profundo de tu corazón.
Sigue hablándome desde el silencio de tu alma que yo te sigo escuchando y sí, aún escucho cada grito desgarrador que sale de tu alma pronunciando mi nombre porque me extrañas. Te veo cada vez que elevas tu mirada al cielo buscándome, esperando que yo te haga un corazón, para sentir que te estoy diciendo “aquí estoy, pendiente de ti”. Eso sí, cada vez que te hago un corazón lo termino con mi mejor sonrisa como tanto te gustaba verme. Solo te pido que no estés triste por favor. Claro que los extraño a todos, pero aquí estoy muy bien, la luz de este lugar es indescriptible y el amor que siento por todos ustedes es eterno. Creo que llegó la hora de devolverle la pluma a Dios, así que me tengo que ir despidiendo. Solo te pido que celebres que puedes sentirme en cada acto de amor que haces. Sé que sigues siendo la misma Madre Teresa de Calcuta, como te decíamos, porque querías ayudar a todo el que lo necesitara. Siempre seré tu ángel de amor como tú me llamas. La verdad solo daba lo que recibía en casa: “Amor bonito”. Que tus lágrimas no te impidan ver lo que tienes en frente. Recuerda: La vida es una sola y no permite ensayos, así que no te dejes apagar por los miles de tropiezos que te pone, por favor. Cuando más ríes, más brillo, y cuando más sufres, más te abrazo. Es inevitable que no me extrañes, pero no pienses en el día en que partí, mejor recuerda cada segundo que pasamos juntas, lo felices que fuimos, porque eso fue lo que yo me traje en mi corazón y sé que es lo que tú atesoras a cada instante en el tuyo. Eso es un tesoro invaluable.
Te tengo que decir adiós, mamita, y recuerda: no me busques en todos lados. Creo que no es necesario porque yo estoy ahí en tu alma, juntito a tu corazón, cuidándote y orando por ti, siempre. Yo jamás me iré de tu lado, no importa cuanto avance el tiempo, ni cuantos días transcurran entre silencios y recuerdo, porque mi esencia permanecerá intacta mientras tú me tengas presente. Aquí, en este jardín celestial, seguiré siendo tu ángel , velando por ti con todo el amor que siempre te he tenido.
Te ama,
Tu Ángel de de amor.