11/09/2025
Este fin de semana participé en un taller de comunicación que me dejó pensando mucho.
Entre varias actividades, hubo una en especial que me tocó el corazón y me hizo detenerme en algo tan básico y al mismo tiempo tan profundo: la generosidad de escuchar.
Escuchar no es automático. No sucede solo porque alguien habla y nosotros estamos enfrente, escuchar de verdad es una decisión consciente.
Y cuando lo hacemos con generosidad, algo cambia: cambia la conversación, cambia la relación, cambia la confianza y cambia la manera en la que nos conectamos con los demás.
Por eso hoy quiero compartir contigo 5 reflexiones que me dejó esa experiencia y que, estoy segura, también pueden invitarte a redescubrir lo que significa escuchar de verdad y sobre todo con generosidad:
1. Escuchar es todo un arte
Escuchar no es algo que se haga a la carrera. Es como una obra de arte: se construye poco a poco, con paciencia, con atención y con cariño por los detalles.
Un artista se toma el tiempo de observar, de ajustar, de volver a mirar lo que está creando. Y solo cuando siente que está listo, lo comparte.
Así también deberíamos escuchar: con calma, con intención y con la disposición de darle al otro lo más valioso que tenemos… nuestra atención plena.
2. La importancia de mirar al otro y conectar de verdad
Muchas veces estamos tan pendientes de lo que vamos a contestar, que se nos olvida escuchar de verdad. Y lo cierto es que todos necesitamos lo mismo: sentir que lo que decimos le importa a alguien.
Conectar no es solo oír palabras. Es mirar al otro, interesarnos genuinamente, estar presentes. Cuando alguien nos escucha con generosidad, lo sentimos… y ese gesto se convierte en un regalo enorme.