Ayana Mindfulness - Gustavo Caldas

14/09/2024

(No dudes en pasar esta información a algún colega, amigo o familiar a quien le pueda ser útil)

El programa de MINDFULNESS para REDUCCIÓN del ESTRÉS o MBSR, ayuda a elevar tu bienestar y calidad de vida.

Este programa fue creado por Jon Kabat-Zinn en el centro médico de la Universidad de Massachusetts. El programa MBSR (Mindfulness-Based Stress Reduction) es un referente en la medicina mente-cuerpo.

Mediante las prácticas meditativas de Mindfulness o Plena Conciencia, los participantes incrementan sus niveles de energía, concentración y productividad, al igual que reducen el estrés y logran una mayor conciencia sobre la capacidad de influir positivamente en su salud.
🔸 ¿Se requiere experiencia?:
No es necesaria experiencia previa para que puedas tomar el curso
🔸 Fecha del Curso:
El programa comprende 8 sesiones de 2:30 horas, una por semana.
Fecha de inicio: 23 de octubre de 2024, 1er grupo; 26 de octubre de 2024, 2ndo grupo.
🔸 Incluye un día de Retiro en Silencio: Es un día de fin de semana a convenir de acuerdo al grupo.
🔸 Sí no sabes si este curso es para ti, puedes asistir a la sesión orientativa abierta y gratuita:
Miércoles, 16 de octubre de 2024, 7:00 a 8:00 p.m.
(Para poder asistir a la orientación, confirma al 320 324 5075 para inscribirte).
Esta sesión hace parte del curso, para los que ya han decidido tomar el curso.
🔸 Lugar:
YogaVida, Av. 5 Oeste No. 2-101, Barrio Normandía, Cali
🔸 Inscripciones: 320 324 5075, o escribe al correo: gacaldas@gmail.com ¡Cupos limitados!
🔸 Facilitador:
Gustavo Caldas
Psicólogo de Clark University en Worcester, Massachusetts
Formado directamente en el reconocido Centro de Mindfulness de la Universidad de Massachusetts, Fundado por Jon Kabat-Zinn.
🔸 El curso incluye material de audio y lectura. Al finalizar el curso se te entregará un certificado de asistencia.
🔸 Pregunta por los descuentos para estudiantes y las facilidades de pago disponibles.

18/07/2024

07/07/2024

Las montañas al norte de Tailandia se prestan para la meditación. Este es un país budista por excelencia y se le conoce bien por ser hospitalario, amable y sonriente. Es bastante fácil enamorarse de Tailandia.

Aquí llegué luego de andar unos 3.500 kilómetros por carretera desde el norte de Vietnam, en trenes y buses… como haber ido de norte a sur (Leticia) en Colombia, ida y vuelta. Aunque lo hice por etapas, ya era tiempo de parar un buen rato y qué mejor manera que haciendo un retiro en este lindísimo lugar. Así que como a una hora al norte de Chang Mai, me senté a meditar en el centro de meditación de Pa Pae.

Me dejé guiar por el silencio en esto de asumir un estado de no-mente. Porqué pensamos tanto cuando no hay una real necesidad. Porqué tenemos esa tendencia a salirnos del momento presente para no estar en el ahora y g***r del aquí. Porqué nos dejamos llevar por esa mente inquieta que no nos permite descansar.

Si nos damos cuenta, mucho de ese pensamiento excesivo y del estrés resultante se deben a querer estar en otra parte y no aquí. Creemos que algo más nos va a hacer más felices luego, y creamos el tiempo… el futuro, para posponer cualquier estado de satisfacción y de estar completos, ahora… ya. Pensamos en cosas que nos harán felices más adelante, sin aceptar que se nos ha demostrado una y otra vez que esa gran mayoría de cosas son pasajeras e impermanentes. Esas cosas llegarán, y me las g***ré hasta la última gota en el momento presente, y si soy consciente, las dejaré ir sin apegos, cuando sea su hora de partir. De la misma manera también creamos el pasado, el responsable de que no seamos en ocasiones capaces de cambiarlo todo en cualquier momento, porque nos atan sus cadenas.

Y así caemos en esta creación mental, ficticia que llamamos Tiempo. Y cuando el miedo surge y lo perpetuamos sin ninguna necesidad, nos paraliza, y en su comodidad de ser algo conocido, no nos permite salir a lo desconocido, sin saber que es ahí donde puede estar la solución a la encrucijada. Ese desconocido siempre estará en el presente, ahí donde realmente ocurre todo, con toda su frescura, su sabiduría y un goce más cierto y duradero.

27/06/2024

Del Camino de Santiago seguí para el sur de Francia, donde la primavera se vive a otro nivel. Es una celebración constante del renacer de la vida que colma todos los sentidos. Todo parece florecer y aquello que queda mu**to del invierno no se ve como algo feo, como nos han enseñado que se debe ver la muerte, si no como parte de un todo que merece su lugar y que tiene su propia belleza.

Participé en un retiro de siete días en Plum Village, un centro de retiros de Mindfulness fundado por Thich Nhat Hạnh, ubicado muy cerca de Bordeaux. Thich Nhat Hạnh fue un monje budista de Vietnam, responsable de regar el Mindfulness y promover la paz por todo el mundo.

Como ocurrió en el Camino, estando aquí lo que me llegó fue una sensación de querer saber más de qué estaba hecho yo, aquello de lo que estamos hecho todos, realmente. Y me centré en ver esa necesidad que tenemos siempre de ser mejores personas. Me preguntaba si la idea realmente no sería otra. En lugar de cambiar constantemente lo que hay en este momento, de mejorar lo que hay en este momento --algo muy aceptado y exhortado en nuestra cultura--, si en cambio de eso no se trataría más bien de irnos dando cuenta mediante la introspección y la meditación de lo que realmente somos (o por lo menos, de lo que no somos). Y al darnos cuenta, no resultaría necesariamente una verdadera, estructural y rotunda transformación. Una transformación que no necesitara que nadie le dijera qué está bien ni qué está mal, si no que de esa misma transformación surgiera un sentido de la vida como algo fenomenal, eterno y sagrado que solo animara a estar bien con nosotros mismos, con todos los demás y con todo lo que nos rodea. Y que por ahí derecho, fuera desvaneciendo precisamente todos estos límites y fronteras que había ido construyendo entre mi ser, los demás y todo lo que me rodea, surgiendo así una sensación de ser parte de un todo indivisible, completo y perfecto. Un todo sin necesidad de mejorar, si no de descubrirse.

11/06/2024

Fueron 65 días viajando por 8 países de 3 continentes, durmiendo en 23 ciudades, en 3 trenes, en aviones y en barco. Con computador en la mochila, cual nómada digital, salí en esta odisea.

Empecé con la compañía de mi hija los primeros 12 días, para luego seguir con el Camino de Santiago en España, un retiro en Plum Village (el sitio de Thich Nhat Hanh al sur de Francia), y otro en las montañas al norte de Tailandia. Estaré poniendo algunas fotos, en las próximos días con cositas que me llegaban al corazón de vez en cuando, con el tono que caracteriza a este perfil de Ayana Mindfulness en IG. Qué buen respiro… lo estaba necesitando.

Una de las cosas más fascinantes que noté esta vez al viajar a estas otras culturas y que quisiera compartir, es la manera como estamos todos tan condicionados según donde nos criamos. Esto puede sonar obvio, pero esa es una de las cosas que me llegó al corazón en este viaje. Porque una cosa es que me lleguen a la cabeza y otra al corazón, donde puedo entenderlo con todas mis entrañas. En la cabeza muchas veces se me pierde todo entre conceptos y opiniones que no son propiamente míos.

Yo a veces trato de ser cauto con esto de viajar. Que no sea para distraerme viajando por fuera, cuando quizás lo importante es viajar por dentro. Sin embargo, para mí este fue un espacio de quietud y silencio interior, de introspección, un lugar desde dónde mirar mejor y con una perspectiva más amplia las cosas.

Fue realmente espectacular ver cómo viven y piensan los demás en culturas tan distantes, aceptarlos sin criticarlos, y desde ese sitio ver más claramente lo condicionado que estoy yo mismo, con mis costumbres, hábitos y manías, ya todos normalizados por mí, o en conjunto por la sociedad donde vivo.