Adolfo Pardo, médico de la Universidad Nacional y especialista de la Universidad Juan N.
Choachí
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Ser egresado de la Universidad Nacional de Colombia, al igual que mis estudios y profesionalización en el campo de medicinas alternativas, me ha permitido integrar dos grandes miradas a la medicina: el contacto personal y permanente con cada paciente y la necesidad de atender de manera integral al ser humano. Dicho enfoque nace desde el año rural, donde comencé a buscar nuevas opciones a las diferentes situaciones de salud que aquejan al ser humano. La preocupación surgió a partir de la dificultad que presentan los tratamientos convencionales para tratar al ser humano como un todo. Dentro de los problemas de la medicina occidental advertí el abuso de medicamentos químicos con efectos secundarios, la incurabilidad y cronicidad de varias enfermedades, la imposibilidad de acompañar al paciente o a las familias de una manera integral y el interés por ayudar al paciente en su sufrimiento corporal, mental y espiritual.
Estudié acupuntura, quiropraxis y terapia neural en el Instituto Chan Lee de Bogotá, homeopatía en la Fundación Hahnemann de Colombia y me especialicé en Terapéuticas alternativas y Farmacología Vegetal en la Universidad Juan N. Corpas.
Estos estudios y el trabajo de 25 años ejerciendo medicina alternativa, me han permitido adquirir la experiencia necesaria para elegir los mejores tratamientos que solucionen las múltiples enfermedades que aquejan al ser humano en todas las etapas de vida.
Una de mis mayores satisfacciones profesionales, es lograr al regreso al concepto del médico de familia, con el espacio del consultorio como un lugar sagrado en el que se comparte el dolor, la alegría, el sufrimiento, la esperanza y la espiritualidad, es decir la vida misma. Entender que la enfermedad es un mensajero que nos indica que el ser humano debe volver la mirada sobre sí mismo, encontrar un nuevo camino que le permita crecer y alcanzar los fines más altos de su existencia.
