26/05/2025
Nadie debería crecer sintiéndose menos o fuera de lugar.
La exclusión duele, y muchas veces comienza en los espacios donde debería haber cuidado.
Cada uno de nosotros puede hacer algo para que los niños se sientan seguros, vistos y valiosos. No se trata de hacer grandes cosas, sino de estar atentos, enseñar con el ejemplo y no dejar pasar lo que sabemos que no está bien.
Ojalá esta publicación nos ayude a mirar un poco más allá de lo que vemos y a ser adultos que suman, no que restan.