01/05/2025
*“El latido compartido entre la Tierra y el alma”* 🌳🍂🌎
La Tierra no es solo el suelo que pisamos, es un ser vivo que respira con nosotros. Su energía fluye como un río invisible que nos nutre, nos equilibra y nos recuerda que somos parte de ella, no sus dueños. Cada hoja que danza con el viento, cada ola que besa la orilla, lleva un fragmento de la energía divina que sostiene la vida. Nosotros, en nuestra esencia, somos receptores y transmisores de esa misma vibración. Cuando caminamos descalzos sobre el pasto, cuando abrazamos un árbol o contemplamos el cielo estrellado, no solo recibimos, sino que también devolvemos. Es un intercambio constante, un diálogo silencioso entre nuestra alma y el corazón de la Tierra.🌾🌷🌱
Sin embargo, en nuestro afán por avanzar, hemos olvidado escucharla, hemos roto un vínculo que siempre ha estado ahí, esperando ser restaurado. Los ángeles nos susurran que la naturaleza es un reflejo del amor divino, una extensión de lo sagrado. ¿Cómo podríamos no honrarla? Cada acto de cuidado, cada momento de conexión con ella, no solo sana al mundo, sino también a nosotros mismos. Reflexiona: ¿Cuánto tiempo has dedicado a simplemente estar en su presencia, a agradecerle por todo lo que te da sin pedir nada a cambio? La Tierra no solo nos da vida; nos enseña a vivir con propósito, recordándonos que, al cuidarla, cuidamos el templo que habita nuestra propia existencia.🦢🍃✨🫀