24/04/2025
Hay espacios que no se pueden explicar con palabras, solo se pueden sentir…
Como cuando el alma encuentra un lugar donde por fin puede respirar hondo,
soltar, mirar hacia adentro y expresar sin miedo.
Eso sucede en cada círculo de tejido:
Las manos se mueven, sí… pero lo que realmente se teje es algo mucho más profundo.
Aquí se abren los corazones, se enciende la claridad, y se abraza la verdad propia, sin juicios, sin máscaras.
Es un espacio que no exige nada, solo presencia.
Donde cada hilo, cada silencio, cada lágrima o sonrisa, se convierte en medicina.
Gracias a todas las almas que siguen llegando a este tejido colectivo de memorias,
de sanación y de amor.
Esto es real. Esto transforma. Esto es La Montaña.