02/05/2023
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COLIBRÍ: SÍMBOLO DE LA DIABETES
El colibrí es una avecilla fascinante que ha sido adoptada como mascota por diversas organizaciones sobre la diabetes debido a su particular relación entre su consumo de azúcar (sacarosa) y su eficiente mecanismo de control metabólico. El colibrí depende del néctar para vivir y su necesidad es tal que el no consumirlo durante unas pocas horas puede ser fatal, con excepción de los periodos de sueño profundo o letargo durante el cual reduce su tasa metabólica hasta en un 95% para conservar energía.
A pesar de que el comportamiento del colibrí luce excesivamente errático, todas sus actividades responden a un calculo preciso. Es el único entre los vertebrados que es capaz de degradar eficientemente ambos componentes del azúcar: glucosa y fructosa, lo cual lo hace dependiente de una dieta con alto contenido en azúcar. Aunque los humanos también degradan el azúcar no lo hacen con la misma eficiencia del colibrí. En nuestro caso, la glucosa y la fructosa, una vez absorbidas viajan al hígado donde pueden ser transformadas en grasa. El rápido y constante aleteo del colibrí demanda una suplencia de energía o calorías a partir del néctar consumido que no permite su transformación en grasa corporal y aun en las etapas preparatorias para la migración, la acumulación de grasa para cubrir la travesía no es excesiva. Y es que la fascinación que despierta el colibrí abarca numerosos aspectos. A pesar de ser el ave conocida de menor tamaño, tiene una vida corta pero de gran intensidad caracterizada por su enorme apetito. Con excepción de los insectos tiene el metabolismo más rápido de todos los animales, siendo aproximadamente 100 veces más acelerado que el de los elefantes. Para tener una idea de la cantidad de calorías que esta ave requiere diariamente imagine por un momento que si tuviera el tamaño de una persona promedio, requeriría ingerir el equivalente a una soda o bebida gaseosa cada minuto para el mantenimiento de sus funciones corporales. Más impresionante aún es que el colibrí, solo para mantener el aleteo, necesita consumir 10 veces más energía que un maratonista olímpico.
Para satisfacer su altísima demanda de azúcar, el colibrí ha desarrollado diversas vías que le permiten detectar qué flores son más ricas en azúcar. Utilizan principalmente su aguda visión y son particularmente atraídos por las flores rojas que, al parecer, tienen un contenido mayor de néctar. También exhiben una excelente memoria que algunos científicos le atribuyen la capacidad de recordar cada flor que hayan alguna vez probado. Mucho más puede ser comentado sobre esta ave admirable y su habilidad para manejar aspectos metabólicos críticos en su vida diaria. Una habilidad similar es útil y necesaria en el caso de los humanos para manejar y controlar el tratamiento diario de afecciones crónicas como la diabetes. Sabemos que no es fácil hacerlo sobretodo considerando el resto de las obligaciones diarias que las personas deben atender pero la preservación de la salud es, realmente, la meta personal de mayor prioridad. Admirar el colibrí no es suficiente, adquirir su precisión y aprender a mantener su bienestar y el equilibrio de su glucosa en sangre, es crucial para vivir y para su salud!