24/07/2025
1/2
Estuve unas semanas en un viaje de vacaciones y trabajo con mi familia en Canadá. Sería muy extensa la explicación para contar lo mágico y transformador que fue, vs. lo retador que lo habíamos imaginado: un niño de 11, una niña de 2, teletrabajo, comidas nuevas, sueño desordenado…
Pero los últimos días leí con consciencia la tote bag que había llevado todo el viaje. Decía: dosis de tranquilidad. Le tomé una foto a Olivia, y al verla pensé: esto fue. Esta es la razón de no haber vivido el caos que imaginé, sino algo que fluyó hacia días mágicos.
Y me quedé pensando: ¿cómo explico que las dosis de tranquilidad que nos da Growth sí cambian la vida en familia?
Acá van algunas pistas, desde lo que he aprendido y aplicado:
1. Olivia preguntó TODO el tiempo: ¿adónde vamos?, ¿cuándo volvemos?, ¿de quién es esta casa? Confirmé lo importante que es anticipar, dar certeza y hablarles con claridad. Sin eso, el viaje para muchos niños puede ser un caos.
2. Benjamín se fue a un campamento fuera del país, sin conocer a nadie. Me dio DURÍSIMO. Le escribí a Susi, que siempre me guía, y recordé que hemos sembrado habilidades en él desde hace años. Solo fue cuestión de refrescarlas: autocuidado, comunicación clara, tomar decisiones seguras… y confiar.
3. Como ya saben, Benja ha contado por acá, su cerebro funciona con TDAH. Hicimos el sistema de empacado juntos, paso a paso. No llegó todo 😂 pero llevaba un sistema que le ayudó muchísimo. Sus funciones ejecutivas lo sostuvieron.
4. Olivia es distinta a su hermano físicamente, y los principios de estimulación receptiva fueron clave: confiar, no sobre asistir, seguir su emoción… y caminó todos los hikes. Fue una sorpresa hermosa.
Así que sí, mi cerebro quedó en modo 🤯: ¿qué tienen estas dosis de tranquilidad y evidencia confiable que hacen tanto por nosotros? Me quedo cortica, pero aquí va un pedacito. 🩵🙌
Viajes con niños 🏔️