23/01/2025
que me recuerda el por qué empecé esta rebelión educativa.
Mi vocación como se ha extendido más allá de los límites de la tradicional, abarcando la lucha por los derechos, la y la vida de mis pacientes, los que me conocen saben que peleo con los dientes por ellos, y jamás me doy por vencido por ayudarles.
En , he sido un testigo y protagonista de una batalla silenciosa pero feroz por el acceso a un canal , el envío de y el reconocimiento del derecho a la vida. En un mundo que a menudo ignora o menosprecia la crisis venezolana, hemos visto cómo un país sin guerra enfrenta el mayor humanitario de la historia incluso por delante de exodos como el Sirio o el Ucraniano que son países en , con 8 millones de venezolanos dispersos, buscando refugio y esperanza.
Los donde he trabajado en Venezuela no solo han sido escenarios de curación, sino testigos de la por falta de insumos y medicinas, de niños que sufren el hambre y adultos que padecen la miseria. Frente a la mundial, hemos luchado sin descanso, viendo cómo muchos de mis compatriotas, incluyendo amigos y hermanos, han caído bajo la opresión y la violencia.
El que hice al convertirme en médico no es solo un compromiso con la , sino un tatuaje en mi alma que me obliga a pelear por la vida y por los desamparados, tanto en mi tierra como en todo el mundo. Esta lucha me define, me impulsa y me une a aquellos que, como yo, creen en un mundo más justo y humano, donde la dignidad y la vida de cada persona sean respetadas y protegidas.
No importa el lugar, mi lucha siempre será por los más desamparados, estén donde estén, porque como Venezolano se lo que significa la tiranía, la maldad, la opresión, la muerte y la desesperanza.
Es por ustedes.