19/09/2024
🌈 Existe una gran diferencia entre simplemente sobrevivir y realmente sentir la vida. Sobrevivir es mantenernos en el ciclo de la existencia, resistiendo las adversidades, luchando por permanecer a flote en un mundo que parece avanzar sin pausa. En este estado, nos volvemos reactivos, enfocados en nuestras necesidades básicas, en la lucha por la estabilidad externa, dejando de lado la profundidad que reside en el interior.
🫶 Pero ser un ser sintiente es mucho más. Implica abrir los ojos del alma, despertar a la experiencia profunda de estar vivos, de conectarnos con el momento presente desde un lugar más elevado de conciencia. Es reconocer que no solo somos cuerpos que avanzan por inercia, sino espíritus que habitan temporalmente este plano, que perciben la belleza en la simplicidad, la paz en el caos y el propósito en cada encuentro y experiencia.
🐦🔥El sobreviviente se protege, el ser sintiente se expande. Donde el primero teme al dolor y se resguarda en el ego, el segundo abraza su vulnerabilidad, sabiendo que a través de ella crece, aprende y se transforma. Ser sintiente es despertar al hecho de que la vida no es algo que simplemente nos ocurre, sino algo que creamos activamente con nuestras intenciones, emociones y pensamientos.
🥰El viaje del ser sintiente no se trata de escapar de la realidad, sino de adentrarse en ella con una visión más clara y un corazón abierto. Es permitirnos sentir la vida en su totalidad, abrazando tanto la luz como la sombra, sabiendo que ambos son esenciales para nuestro crecimiento espiritual. Así, dejamos de sobrevivir y comenzamos a vivir plenamente.
Ser sintiente es recordar que, en lo más profundo de nuestro ser, siempre hemos sido mucho más que simples sobrevivientes.