08/12/2025
El ejercicio es uno de los tratamientos más potentes que existen contra el cáncer… y está al alcance de casi todos.
La ciencia es clara:
Reduce hasta un 30-40 % el riesgo de recaída en cáncer de mama, colon y próstata.
Disminuye la fatiga (el síntoma más frecuente durante y después del tratamiento).
Mejora la tolerancia a la quimioterapia y radioterapia.
Ayuda a controlar la ansiedad, la depresión y mejora la calidad de vida.
Fortalece el sistema inmune y reduce la inflamación crónica que alimenta el cáncer.
No se trata de correr maratones.
Con 150 minutos semanales de ejercicio moderado (caminar rápido, bicicleta, pesas ligeras, natación…) ya se obtienen beneficios enormes.
El ejercicio no es un complemento.
Es MEDICINA.
Si estás en tratamiento o eres superviviente:
→ Habla con tu oncólogo o un fisioterapeuta oncológico.
→ Empieza poco a poco, pero empieza.
→ Tu cuerpo está diseñado para moverse… incluso cuando está luchando.
Tú puedes.
Y cada repetición cuenta.
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