
11/05/2025
Redes sociales: lo que mostramos… y lo que realmente somos
Por Eurípides Bayona Álvarez – Especialista en Psicología Clínica y Magíster en Neuropsicología
Muchos creen que las redes sociales son solo entretenimiento, autopromoción o un espacio para conectar. Pero desde la psicología clínica, sabemos que los perfiles digitales también son formas de narrarnos a nosotros mismos. Y como toda narrativa, pueden ser auténticas, distorsionadas o incluso una mezcla de ambas.
A menudo las personas intentan mostrarse mejor de lo que son: más exitosas, más felices, más atractivas. Esto se llama gestión de la imagen, y no es necesariamente patológico. Todos lo hacemos en cierta medida. Sin embargo, también es cada vez más común encontrar perfiles que expresan conductas erráticas o autodestructivas: publicaciones en estado de embriaguez, exhibicionismo excesivo, agresividad, sobreexposición emocional o mensajes que delatan sufrimiento o vacío.
Algunas mujeres —y también hombres— publican contenidos que, sin darse cuenta, las colocan en una especie de “oferta emocional o sexual constante”, en una búsqueda de aprobación que termina restándoles valor ante los demás y ante sí mismas. Lo que podría parecer seducción o empoderamiento, a veces encubre una profunda necesidad de afecto, validación o pertenencia. Y el resultado puede ser la pérdida de respeto, incluso desde quienes las siguen por interés superficial.
¿Qué está pasando ahí?
Desde mi experiencia como psicólogo clínico, puedo decirte que esos perfiles no deben ser juzgados con ligereza. En muchos casos, lo que vemos en redes es una manifestación simbólica de un malestar interno, una búsqueda inconsciente de ayuda, afecto o identidad. Las redes sociales se han convertido en un espacio donde algunas personas gritan lo que no se atreven a decir en voz alta.
Ahora bien, ¿podemos conocer a una persona por lo que publica? En parte, sí. Los expertos analizamos no solo el contenido, sino los patrones: qué se publica, con qué frecuencia, cómo responde a los demás, qué emociones predominan. Hay pistas. Pero también hay mucho que no se ve.
Por eso, cuando un perfil nos impacta por lo “perfecto”, lo impulsivo o lo provocador, conviene preguntarnos:
¿Qué necesita esta persona mostrar? ¿Y qué intenta esconder?
Como profesionales de la salud mental, no vemos perfiles… vemos procesos. Y en cada post puede haber un intento de lidiar con el vacío, el dolor, o la necesidad de sentirse visto, amado o validado.
Eurípedes Bayona Álvarez
Especialista en Psicología Clínica
Magíster en Neuropsicología
Atención en salud mental, trastornos emocionales y del estado del ánimo.
Tel. 317-658-8858