02/10/2024                                                                            
                                    
                                    
                                                                        
                                        "LA IMAGEN INCONSCIENTE DEL CUERPO ES LA HUELLA IMBORRABLE DEJADA POR. LAS IMPRESIONES MÁS CONMOVEDORAS DE NUESTRA INFANCIA.
Ahora bien, estas imágenes son tan persistentes y están tan áctivas que hacen que revivamos, en la edad adulta, las prime-as impresiones sensoriales de nuestro cuerpo infantil. Entendámonos. Por un lado, está la sensación experimentada en la primera infancia y, por el otro, la imagen que la fija y la conserva en el inconsciente. Por ello, la imagen no es más que una sensación que perdura. Nos encontramos pues en presencia de dos elementos muy distintos aunque inseparables: una sensación en bruto percibida, es decir, experimentada en el instante, y la imagen (o representación) que la sensación imprime de manera perdurable en el inconsciente. Toda sensación experimentada o, mejor dicho, toda sensación conmovedora, intensa, experimentada, queda forzosamente representada, pues uno no siente nada conmovedor ni doloroso sin que automáticamente se grabe su representación en el inconsciente. Toda vivencia afectiva y corporal intensa, sea o no consciente, siempre deja su huella indeleble en el inconsciente. Por todo esto, afirmaremos que la Imagen Inconsciente del Cuerpo es, para decirlo apropiadamente, una memoria, la memoria inconsciente de nuestro cuerpo infantil. 
Es decir que tiene el poder de hacer coincidir las sensaciones que experimentamos hoy, siendo adultos, con aquellas experimentadas hace tiempo, en la aurora de nuestra vida. De modo tal que mi cuerpo de adulto, el cuerpo que siento en este momento, es absolutamente idéntico al que sentía cuando era bebé. ¿Por qué? 
Porque mis dos cuerpos, el de ayer y el de hoy, reaccionan del mismo modo al mismo tiempo; ambos vibran al mismo ritmo, como si mis sensaciones se sustrajeran al desgaste del tiempo y conservaran intacta la frescura del pasado."
Juan David Nasio. "Mi cuerpo y sus imágenés".