
09/05/2025
La actividad de la espiritual aquí fue un ejercicio terapéutico de duelo y renuncia, desarrollado en un entorno simbólicamente significativo como es la fogata, con pacientes en fase de cierre de proceso. A través de la escritura de cartas, los pacientes expresaron y resignificaron vínculos, hábitos o patrones nocivos que identificaron como parte de su historia de consumo. Este acto ritualizado permitió facilitar el proceso de verse como un ser emocional, vulnerable, promover el cierre de ciclos, reforzar el sentido de pertenencia y compromiso frente a su nueva etapa. El enfoque estuvo orientado a integrar lo simbólico con lo vivencial, favoreciendo una experiencia de despedida contenida y terapéuticamente significativa.
Porque la vida tiene sentido 🩵