Neuropsicólogo Sergio González

Neuropsicólogo Sergio González Terapia y acompañamiento psicológico personalizado, terapia conductual de modificación de conducta

25/01/2025

"Me acostumbré tanto a remar contra corriente, que la fuerza de las olas ha dejado de asustarme. Como todo en la vida, uno aprende a sobrellevar las adversidades para no terminar ahogándose en su propio océano. La paz mental es el detalle más bonito que se tiene con uno mismo." Francisco j Zarate

El SÍNDROME DE DOWN debe su nombre a JOHN LANGDON DOWN, un médico británico que fue el primero en clasificar la enfermed...
18/01/2025

El SÍNDROME DE DOWN debe su nombre a JOHN LANGDON DOWN, un médico británico que fue el primero en clasificar la enfermedad en 1866. John Langdon Down comenzó su carrera como médico jefe de Earlswood, una institución para personas con discapacidades intelectuales y del desarrollo.

Antes de Earlswood, John Down no tenía experiencia en el cuidado de personas con este tipo de discapacidades, pero algo en ellas le interesaba. Veía su valor y su humanidad en una época en la que otros no lo veían. Disfrutaba genuinamente de estar cerca de estas personas y se enfurecía por la forma en que las trataban: el castigo corporal era común, había mala higiene, altas tasas de mortalidad y nada agradable o que valiera la pena para los pacientes.

El doctor John Down insistió en el cambio. Contrató personal nuevo y exigió una atención e higiene adecuadas. Prohibió los castigos y ofreció manualidades y pasatiempos a sus pacientes.
Tomó hermosos retratos de sus pacientes, vistiéndolos con sus mejores vestidos y trajes y posando de una manera favorecedora. Utilizó esta colección de más de 200 fotografías para respaldar su descripción clínica del síndrome de Down, señalando las características físicas que notó, así como otras observaciones clínicas.

En 1868, compró una gran mansión para albergar a personas con síndrome de Down. En lugar de utilizarla como “institución” se aseguró de que la mansión cumpliera con los más altos estándares de comodidad e higiene. Todas las personas que fueron llevadas allí recibieron educación privada. Se les enseñó a montar a caballo, a hacer jardinería y manualidades. Se les proporcionaron espacios creativos. El doctor John Down mandó construir un pequeño teatro como anexo a la mansión.
Esta mansión se llamó Normansfield y aún hoy sigue en pie en el Reino Unido. Ahora se llama The Langdon Down Center and Normansfield Theater.

El nombre “Down” no tiene nada que ver con retrasos, ni con la predisposición, ni con el pronóstico del síndrome, simplemente lleva el nombre de un médico con una sensibilidad maravillosa.

*Créditos al autor

31/12/2024

Y después dicen que es que es mentira...

21/12/2024
07/12/2024

Una reflexión para los que salen del colegio este año ❤️🙏🧠

Separar una sopa no es un milagro, Bruce. Es un truco de magia. Una madre soltera trabajando en 2 empleos y que aún tien...
04/12/2024

Separar una sopa no es un milagro, Bruce. Es un truco de magia. Una madre soltera trabajando en 2 empleos y que aún tiene tiempo para llevar a su hijo al entrenamiento de fútbol, eso es un milagro. Un adolescente que dice no a las dr**as y si a la educación eso es un milagro.

Las personas quieren que yo les resuelva todo. Pero de lo que no se dan cuenta es de que ellos tienen el poder. ¿Quieres ver un milagro, hijo? Sé tú el milagro.

Bruce Almighty | Bruce Todopoderoso [2003]

"LA PROFECÍA AUTOCUMPLIDA", cuento de Gabriel García MárquezImagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora v...
21/11/2024

"LA PROFECÍA AUTOCUMPLIDA", cuento de Gabriel García Márquez
Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde: “No sé pero he amanecido con el presentimiento que algo muy grave va a sucederle a este pueblo”.
El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice: “Te apuesto un peso a que no la haces”. Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Y él contesta: “es cierto pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo”. Todos se ríen de él y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mama, o una nieta o en fin, cualquier pariente, feliz con su peso dice y comenta:
-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.
-¿Y por qué es un tonto?
-Porque no pudo hacer una carambola sencillísima. Estaba con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.
Y su madre le dice:
– No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.
Una pariente oye esto y va a comprar carne.
Ella le dice al carnicero: “Deme un kilo de carne” y en el momento que la está cortando, le dice: Mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado”. El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice: “mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar y se están preparando y comprando cosas”. Entonces la vieja responde: “Tengo varios hijos, mejor deme cuatro kilos…”
Se lleva los cuatro kilos y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde.
Alguien dice:
-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?
-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!
Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.
-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.
-Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor.
-Sí, pero no tanto calor como ahora.
Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:
“Hay un pajarito en la plaza”.
Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.
-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.
-Sí, pero nunca a esta hora.
Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.
-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.
Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve.
Hasta que todos dicen: “Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos”.
Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo.
Se llevan las cosas, los animales, todo.
Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: “Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa”, y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado: “¿Vistes mi hijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?”

Henry Pineda /// LA INTERNET

Tú eres el universo, los átomos, expresados y organizados como humano por un tiempo 🌌✨
29/10/2024

Tú eres el universo, los átomos, expresados y organizados como humano por un tiempo 🌌✨

26/10/2024
26/10/2024
La programación de televisión del 1 de noviembre de 1962 en Colombia, como se muestra en el documento, revela la importa...
26/10/2024

La programación de televisión del 1 de noviembre de 1962 en Colombia, como se muestra en el documento, revela la importancia que tenía la Radiotelevisora Nacional de Colombia (canal 8) en la época. Este canal único se dedicaba a cumplir una función educativa fundamental en un país con una población rural y campesina mayoritariamente sin acceso adecuado a la educación. Los programas de la época incluían lecciones de "Matemáticas", "Ciencias Naturales", "Ciencias Sociales", y otros temas esenciales para el desarrollo educativo de personas que vivían en zonas rurales y alejadas de las instituciones formales de educación.

La radio y la televisión en Colombia durante los años 60 jugaron un papel crucial en la alfabetización y educación del campesinado, ya que estos medios de comunicación eran de fácil acceso y no requerían de infraestructura compleja como escuelas en las zonas más remotas. Además, al tratar temas de protección infantil, nutrición y hasta de ciencia, estos programas ayudaban a desarrollar conocimientos básicos para mejorar las condiciones de vida de los campesinos y fomentar su integración en una sociedad cada vez más urbanizada y tecnológicamente avanzada.

Programas como "Teatro de títeres", "Vigilando su salud" y "Aprendamos nutrición" no solo ofrecían entretenimiento, sino que también transmitían conocimientos prácticos y consejos para la vida diaria. La inclusión de contenidos educativos como matemáticas o ciencias sociales o ciencias naturales en horarios accesibles permitía que estos mensajes llegaran de manera efectiva a una audiencia con pocas oportunidades de aprendizaje formal.

Un artículo que destaca el rol de la radio y la televisión en la alfabetización de la población campesina en Colombia es "La radio y la televisión en la educación rural: historia y evolución" (disponible en fuentes académicas o en archivos históricos), que detalla cómo estos medios sirvieron como puentes de acceso al conocimiento y el desarrollo social en un contexto de alta desigualdad.

Psicólogo Sergio González

《El maravilloso poder de las palabras.》Leticia, piojos y cuentos.Leticia fue mi alumna en la escuela 'Justo Sierra", en ...
26/10/2024

《El maravilloso poder de las palabras.》

Leticia, piojos y cuentos.

Leticia fue mi alumna en la escuela 'Justo Sierra", en plena Sierra. Tenía 11 años de edad.

Once años conociendo las carencias y la mugre de la vida.

Siempre con la misma ropa, heredada por una tradicional necesidad familiar.

Once años batallando con los bichos de día y de noche.

Con una nariz que como vela escurría todo el tiempo.

Con el pelo largo y descolorido sirviendo de tobogán a los piojos.

Aun así, era de las primeras en llegar a la escuela.

Tal vez iba por los momentos necesarios para soñar que era lo que no; aunque enfrentara el rechazo y el asco de los demás.

A la hora del trabajo en equipo nadie la quería.

No dieron la oportunidad para demostrar qué tan inteligente era: el repudio fue lo que Leticia conoció.

Me desconcertaba el hecho de ver que algunos varones con características semejantes a las de Leticia eran aceptados por el resto de las niñas y los niños, pero no ocurría lo mismo con Leticia y las niñas.

A mí sólo se me ocurría hacer recomendaciones que nunca fueron atendidas.

En ese tiempo me preguntaba:

¿de qué sirve leer cuentos a esos niños que no han comido?;

¿serviría de algo alimentarlos con fantasías?

Yo creía que sí, pero no sabía hasta dónde.

Constantemente les brindaba relatos, sobre todo en la mágica hora de lecturas, dos veces por semana.

Un día conté "La Cenicienta" y cuando llegué a la parte en que el hada madrina transformó a la jovencita andrajosa en una bella señorita de vestido va****so y zapatillas de cristal, Leticia aplaudió frenéticamente el milagro realizado.

Había una súplica en su rostro que provocó la burla de los que no tenían la misma capacidad ni la misma necesidad de soñar.

Esta vez hubo recomendaciones y regaños.

En otra ocasión, pregunté a mis alumnas y alumnos: ¿qué quieren¬ ser cuando sean grandes?

Y el cofre de sus deseos se abrió ante mí: alguien quería ser astronauta, aunque al pueblo ni el autobús llegaba; otros querían ser maestros, artistas o soldados.

Cuando le tocó el turno a Leticia, se levantó y con voz firme dijo:

“¡Yo quiero ser doctora!"

y una carcajada insolente se escuchó en el salón.

Apenada, se deslizó en su banca invocando al hada madrina que no llegó.

Mi labor en esa escuela terminó junto con el año escolar.

La vida siguió su curso.

Después de quince años, regresé por esos rumbos, ya con mi nombramiento de base.

Hasta entonces encontré algunas respuestas y otras preguntas.

Las buenas noticias me abordaron en autobús, antes de llegar al crucero donde trasbordan los pasajeros que van al otro poblado.

Llegaron en la presencia de una señorita vestida de blanco.

-¡Usted es el maestro Víctor Manuel!... , Usted fue mi maestro! –me dijo-
sorprendida y sonriente.

El que podía encantar serpientes con las historias que contaba.

Halagado, contesté:
-Ése mero soy yo.

- ¿No me recuerda, maestro? -preguntó, y continuó diciendo con la misma voz firme de otro tiempo- yo soy Leticia ... y soy doctora ...

Mis recuerdos se atropellaban para reconstruir la imagen de aquella chiquilla que en otro tiempo nadie quería tener cerca.

Se bajó en el crucero dejando, como La Cenicienta, la huella de sus zapatillas en el estribo del autobús ...

Y a mi con mil preguntas.

Todavía alcanzó a decirme: - Trabajo en Parral ... búsqueme en la clínica tal... y se fue …

Un día fui a la clínica que me dijo y no la encontré.

No la conocían ni la enfermera ni el conserje.

¡Era demasiada belleza para ser verdad!

"Los cuentos son bellos pero no dejan de ser cuentos", me lamentaba.

Arrepentido de haber ido, y casi derrotado, encontré a la directora de la clínica y hablé con ella.

Lo que me dijo, revivió mi fe en la gente y en la literatura:

-La doctora Leticia trabajaba aquí -me contó-.

Es muy humana y tiene mucho amor por los pacientes, sobre todo con los más necesitados.

-Ésa es la persona que yo busco -casi grité.

- Pero ya no está con nosotros-dijo la directora.

-¿Se murió? -pregunté ansioso.

-No. La doctora Leticia solicitó una beca para especializarse y la ganó ... ahora está en Italia.

Leticia sigue aprendiendo más y enseñando sus secretos para luchar.

Yo sigo queriendo saber hasta dónde llega el poder de las palabras; ¿cuál es el sortilegio para encantar a las serpientes que jalan a los descobijados?; como profesor, ¿qué puedo hacer para equilibrar la balanza de la justicia social ante casos parecidos?; ¿cuándo empezó el despegue de los sueños de Leticia en cuanto al resto de sus compañeras y compañeros?; ¿dónde radica la fortaleza de las mujeres que superan cualquier expectativa?

Ya no quiero ser el maestro de Leticia: Ahora quiero aprender.

Quiero que me enseñe cómo evoluciona una oruga hasta convertirse en ángel y, sobre todo, quiero descubrir cuál fue la varita mágica que la convirtió en la Princesa del Cuento.

Moraleja:
Hay diferentes tipos de hambre, de comida, de riquezas, de conocimientos y quizás el menos codiciado, de sabiduría... ¿Usted de cuál ambiciona en la vida?

Créditos al autor

23/10/2024

Tema para hoy: "El Desarrollo Emocional en la Primera Infancia"
Programa orientado por el PS. Sergio González.
Deja aquí👇 tus inquietudes sobre el tema.

20/10/2024

Aquí aplica la frase que les digo a mis pacientes en terapia "El manipulador te va a querer hacer sentir como el se siente" léelo las veces que sean necesarias.

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Neuropsicologo Sergio González

16/10/2024

Tema para hoy: "Impacto de la música en el programa de nuero-rehabilitación: un enfoque terapéutico efectivo"

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09/10/2024

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