En el ámbito físico, el Biomagnetismo equilibra el funcionamiento de las glándulas endocrinas, mientras que en el área emocional imprime un cambio de ánimo más positivo en la mayoría de los pacientes, liberando estrés y procurando un mayor vigor energético. Propicia diversos niveles de mejoría en una gran variedad de enfermedades, especialmente en aquellas crónicas, las de origen autoinmune y las de causas desconocidas. Como estas posibilidades de curación desde el ámbito biofísico no son bien tratadas en la enseñanza media o superior, el nuevo paradigma que representa el Biomagnetismo es de difícil comprensión de parte de los profesionales académicos de la salud, y consecuentemente este desconocimiento se extiende también a la mayoría de las personas. Aunque los descubrimientos empíricos del Dr. Goiz en sus orígenes y causas concuerdan con los últimos hallazgos de algunos geniales científicos, sin embargo él consiguió estructurar un método simple que en la práctica consigue curar múltiples dolencias, en un notable porcentaje de casos, y eso es lo que busca la gran cantidad de enfermos que buscan mejores soluciones a sus dolencias crónicas. El paciente puede conseguir lo mejor de ambas medicinas y ningún buen terapeuta de Biomagnetismo sugerirá suspender o alterar los medicamentos o tratamientos indicados por el médico. Los exámenes de laboratorio indicados por éste, servirán también para comprobar fehacientemente los buenos resultados de un tratamiento biomagnético. Además para obtener mejores resultados aún, el Biomagnetismo potencia sinergéticamente la efectividad de otras terapias, como las esencias florales, el naturismo, las hierbas medicinales, la quiropraxia, la meditación, la hipertermia, la homeopatía, la reflexología, etc.