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                                            HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y SU TRATAMIENTO HOMEOPÁTICO
La hipertensión arterial es la elevación persistente de la presión arterial por encima de los valores establecidos como normales. Se ha fijado en 140 mm Hg para la sistólica o máxima y 90 mm Hg, para la diastólica o mínima.
Uno de sus mayores peligros es que se trata de un mal silencioso, usted puede tener la tensión arterial elevada y no mostrar síntomas; por lo tanto es la señal de alerta de un mayor " riesgo cardiovascular": problemas cardíacos (infarto, angina o insuficiencia cardíaca), renales (insuficiencia renal) y cerebrales (hemorragia o infarto cerebral y a la larga demencia), por eso, aunque la persona se encuentre aparentemente bien, está expuesta a muchas de sus complicaciones.
Alrededor del 90 al 95 por ciento de todos los casos de presión arterial alta constituyen lo que se denomina hipertensión primaria o esencial. Esto significa que se desconoce la verdadera causa de la presión arterial alta. El 5% restante se atribuye a causas orgánicas “explicables”, respaldadas por múltiples teorías. Hoy día, se está empezando a reconocer el estrés como un factor determinante en la génesis de la hipertensión arterial; asunto que la homeopatía viene argumentando desde hace más de dos siglos. 
La Medicina Homeopática por su misma concepción vitalista, acepta que todos los factores hostiles a la vida, de naturaleza mental o emocional, cuentan mucho en la causa de estos procesos hipertensivos. De aquí se desprende que es menester individualizar cada caso para escoger el remedio que mejor se adapta a  cada persona en particular; por lo tanto, en Homeopatía no hay remedios para la enfermedad hipertensiva, sino, remedios para enfermos con la presión alta, que es algo totalmente diferente; tratamos la hipertensión, curando al enfermo desequilibrado vitalmente con su manera muy particular de sufrir y de afrontar los retos de la vida. 
Veamos algunos de los medicamentos que pueden obrar como remedio en la curación de la hipertensión arterial, teniendo en cuenta sus peculiaridades sintomáticas y sus respectivas modalidades de agravación y mejoría, que es lo que observamos en la consulta médica y que la medicina tradicional no tiene en cuenta por considerarlo absurdo, ya que no tiene “ninguna relación” con el caso, además de no tener explicación medica posible dentro de los marcos teóricos de la misma. La Homeopatía trata enfermos y no enfermedades; por lo tanto, solo toma en cuenta, los síntomas del enfermo, los que el mismo expresa como persona única y aquellas expresiones semiológicas de su desequilibrio, representan el lenguaje propio de su desequilibrio que debe ser leído por el medico inteligente.   
Aconitum: Cuadros muy agudos de hipertensión, la presión se eleva peligrosamente, con gran cantidad y variedad de síntomas: ansiedad con sensación de muerte próxima, violento malestar general, una mejilla pálida y fría, la otra roja y caliente. Peor por sustos, emociones intensas y enfriamientos.
Arsenicum Álbum: Debilidad, con angustia, ansiedad y amargura. Ausencia de síntomas. Cuadros complicados, con degeneración renal y sistémica. Sensación de ardor en el pecho durante las crisis.
Baryta Carbónica: En ancianos especialmente, de naturaleza crónica y progresiva, asociada a pérdida de la agudeza intelectual, ralentización física y mental, así como la presencia de aneurismas, ateromas y fibrosis cardíaca o arterial. Pacientes muy friolentos que no pueden precisar sus síntomas.
Calcarea Carbónica: En personas obesas, sedentarias, temerosas y muy ansiosas. Auto compasión. Sudores abundantes, frialdad.
Cicuta Virosa: Indicado en daño de la retina a consecuencia de presión alta crónica.
Coffea Cruda: de aparición repentina, inusitada y muy violenta, sobre todo por circunstancias emocionales, sobre todo positivas, gozosas o buenas noticias. Acompañada de gran insomnio con excitación mental.
Glonoinum: El principal medicamento para las crisis agudas de hipertensión, con violentas pulsaciones por todo el cuerpo, oleadas de calor y sensación de explosión. Cefalea por hipertensión.
Kali Carbónicum: En el deterioro más severo de la hipertensión crónica, con tendencia al daño irreversible de los órganos. Palpitaciones con sacudidas de todo el cuerpo. Degeneración cardíaca. Gran contención emocional.
Lachesis: En mujeres; asociada a desórdenes hormonales, menopausia. Con síntomas muy aparatosos, peor de noche, durmiendo. Siente el corazón como si colgara de un hilo; cardiomegalia, carditis. Apneas y oleadas de calor.
Natrum muriaticum: Gran represión emocional. Historia de pérdidas afectivas y mucho resentimiento. Ausencia de síntomas. Sensación de frialdad en el corazón. Sensación de debilidad en el corazón. Peor por el sol.
Sanguinaria: Con sensación como si la cabeza fuera a estallar, como si trajera una banda en la frente, choques eléctricos en la cabeza. Afecciones cardíacas (valvulares) y pulmonares.                                        
 
                                                                                                     
                                                                                                     
                                                                                                     
                                                                                                     
                                                                                                     
                                         
   
   
   
   
     
   
   
  