20/09/2025
                                            Salud emocional (1720)
Agarra o acaricia
Como aprender la diferencia entre estas dos verbos? No es facil pero vale la pena el intento.La fórmula la debe costear con sus propias entrañas, es decir, con ‘pedazos’ de sí mismo. Debe, por lo tanto, mirar para adentro, arriesgarse a enfrentar fantasmas, y lo que es más impactante aun, atreverse a aceptar lo femenino que hay dentro de usted. Sí, en el interior de usted, hombre de pelo en pecho. Debe comenzar por aceptar los elementos femeninos que anidan en su naturaleza para poder acercarse a la maravillosa experiencia de la ternura.
La ternura es un acto político, porque es el arte de la convivencia. Podría decirse que es la aceptación de la diferencia, el respeto por el otro distinto de mí, a quien no me es permitido agarrar, ni apoderarme de él, ni acosarlo. Sólo tengo derecho a acariciar. Y la misma mano que agarra, también tiene la capacidad de la caricia. Por lo tanto, la ternura es contraria a la violencia, a la presión, al maltrato, al miedo. La ternura es un acto de entrega que involucra hasta la última entraña del propio ser. La ternura no es física o espiritual; la ternura es íntegra.
Se ha creído que la ternura es una actitud que sólo deben mostrar las mujeres, lo cual no deja de ser una soberana mentira. Hay que aceptar que cada uno de nosotros, independientemente de que seamos hombres o mujeres, tenemos elementos del otro s**o que debemos aceptar en nuestro interior para poder entender al otro. Es fácil que la mujer acepte sus elementos masculinos, y de hecho la misma sociedad premia estas condiciones en la mujer, pero nuestra mentalidad es reacia a aceptar lo femenino que debe habitar en el interior de un hombre. 
Pero allí está la ternura, como una necesidad imperiosa en el mundo de hoy. La ternura está amarrada a la seducción, a la fantasía, al encantamiento. La ternura se mueve cerca de la magia, de la complicidad, del afecto, del placer. Puede acercarse a la ternura quien deja que el sentir se apodere de su existencia y se permite ‘escuchar’ el sonido de sus emociones. ¡Es algo tan difícil de expresar, pero tan necesario para vivir! Como comer o dormir. La ternura es un elemento vital; sin ella no se puede sobrevivir en forma sana y equilibrada.
La ternura les da permiso a los sentidos, al cuerpo, al tacto. La ternura se puede palpar a través de unos ojos, de un sonido, de un olor, de un roce. Pero, sorpréndase: la ternura es un acto eminentemente individual. En ningún otro campo como en el de la ternura se puede copiar: hay que sentirla para poder expresarla. La ternura no iguala sentimientos ni fabrica emociones homogenizadas. La ternura es un acto de individualidad y autonomía.
Y usted qué agarra? ¿Acaso palabras, o personas, o situaciones, o momentos, o mujeres, u hombres, o niños? ¿Se enfrenta a la vida agarrando, apoderándose de las situaciones, en actos avasalladores de conquistador? Nada más lejos de la ternura. Si quiere definitivamente ‘modernizarse’ y ser un hombre de hoy, no olvide que tiene que cambiar su código, su manera de abordar la vida. No puede seguir agarrando; debe comenzar a acariciar, es decir, debe comenzar a transitar el camino por el sendero del respeto y valoración de la diferencia.                                        
 
                                                                                                     
                                                                                                     
                                         
   
   
   
   
     
   
   
  