14/09/2025
No hablo del amor idealizado, ni del que se vende en canciones o películas. Hablo del amor como necesidad humana profunda, como lo señalaba William James: “La necesidad más profunda del ser humano es la de ser apreciado".
Desde la psicología clínica, sabemos que muchas heridas emocionales —rechazo, abandono, insuficiencia— no se curan con lógica, o con solo reconocer las creencias que las mantienen, sino con presencia afectiva.
Desde la logoterapia, el amor no es solo emoción: es acto de reconocimiento del valor único de sí mismo y del otro. Es mirar a alguien y decirle, sin palabras: "Tu existencia es valiosa y por ello tiene sentido".
El amor genuino —ese que no exige, no manipula, no condiciona— tiene un poder terapéutico que ningún manual puede enseñar.
Dar amor sana. Recibir amor transforma. Compartir amor rehumaniza. El amor es terapia.
En un mundo que nos fragmenta, el amor nos reintegra.
En una sociedad que nos exige rendimiento, el amor nos recuerda que ser y estar es más importante que hacer y tener.
En una cultura que nos compara, el amor nos devuelve la dignidad de ser únicos.
"La salvación del mundo está en el amor y a través del amor" Viktor Frankl.