04/11/2025
"El Peligro que No se Ve"
¿Por qué un riesgo biológico es una amenaza permanente en el trabajo?
No siempre duele.
No siempre se ve.
Pero una vez que un patógeno entra en tu cuerpo… tu vida puede cambiar para siempre.
Algunos virus, como el de la Hepatitis B o el VIH, tienen una característica que los hace especialmente peligrosos para los trabajadores de la salud, laboratoristas o personal de limpieza: pueden ingresar por una exposición accidental y convertirse en una condición crónica.
Todo comienza con un riesgo que subestimamos:
Un objeto punzocortante mal descartado.
Salpicaduras de fluidos corporales sin protección.
Una fisura invisible en la piel al retirarse unos guantes.
Al principio, puede que no sientas nada. O que notes una pequeña herida que parece insignificante y sana rápidamente. Pero lo que ocurre después es lo que convierte a estos riesgos en enemigos silenciosos.
Cuando la piel se cierra, el virus ya puede estar dentro, iniciando un viaje oculto por tu torrente sanguíneo, multiplicándose sin ser detectado. En el caso de la Hepatitis B, por ejemplo, el virus ataca el hígado y puede permanecer allí de por vida, causando daños progresivos.
Allí se mantiene en una especie de estado latente, invisible ante tus sentidos, esperando. Y cuando algo altera tu salud —el estrés, otra enfermedad o simplemente el tiempo—, la infección puede manifestarse con graves consecuencias.
Por eso la prevención no es opcional: porque el riesgo no siempre es visible, sino que está presente en cada procedimiento, en cada muestra, en cada tarea de limpieza.
Lo que ves afuera —una aguja, una muestra de sangre, un fluido— es solo la punta del iceberg de un peligro que, si se materializa, habita dentro de ti para siempre.
Una huella biológica que el cuerpo podría tener que controlar de por vida, pero que nunca podrá olvidar.
Aviso de Seguridad:
Este relato busca generar conciencia sobre la exposición a riesgos biológicos en el trabajo. La prevención mediante elementos de protección personal, protocolos seguros y vacunación (como en el caso de la Hepatitis B) es tu mejor defensa. Reporta siempre cualquier incidente de exposición inmediatamente. Tu salud no tiene reemplazo.