
06/12/2022
Hay una cuota de sufrimiento o dolor que es inherente a la vida.
Salud también es entonces aprender a tolerar esas circunstancias que no podemos cambiar, que se imponen en nuestra vida sin que tengamos control o posibilidad de transformarlas. Por ejemplo: cuando recibimos un diagnóstico, perdemos a un ser querido, terminamos una relación, o diferentes situaciones que inevitablemente nos enfrentan al dolor de la pérdida, la angustia de la incertidumbre o de no tener el control. Esas situaciones que nos confrontan con nuestra propia impotencia, que al final significa que no lo podemos todo, que tenemos límites, que somos frágiles y vulnerables. Rendirnos ante ello cuesta, más aún en una época en la que tanto nos dicen que somos invencibles y poderosos y reconocernos abatidos casi que es políticamente incorrecto.
La felicidad plena o permanente es una ilusión. Quien nos la prometa nos está vendiendo humo. Pero sí que es cierto que es muy tentador creer en ilusiones y fantasías.
En la serie “InTreatment” de HBO mencionan esta frase de Jung con una traducción que me gustó mucho: “La terapia ayuda a adquirir una paciencia filosófica ante el sufrimiento”.