
04/05/2025
Dicen que el cuerpo se cansa mucho antes que la mente, pero es la mente la que decide si seguimos o nos rendimos. Hoy lo comprobé. 15K de pura energía, de conexión con cada paso, cada latido, cada respiración. En el kilómetro 11, ya no era fuerza física, era mi dosis extra: el poder mental. Esa voz interna que dice “sí puedes”, cuando todo en ti grita lo contrario.
Y entonces, los últimos 4K. Donde ya no se corre con las piernas, sino con el alma. Donde aparece lo que realmente te mueve. Y ahí estaba ella: mi gorda, mi motor. Al verla, todo se alineó. No importó el dolor, la fatiga o el sudor. Lo dimos todo. Ella con su mirada, yo con mis pasos. Porque el poder mental no es solo aguantar, es tener un por qué que empuje más fuerte que cualquier cansancio.