
28/05/2025
Hay tantos paradigmas acerca de la adicción.
Muchos de ellos nos hacen errar en nuestros abordajes e intervenciones.
Quisiera compartir algunas apreciaciones personales para la reflexión.
- Ninguna persona que toma un tratamiento está totalmente convencido de dejar la sustancia que le causó la adicción.
- La mayoría de las personas que están en tratamiento, incluso los que finalizan su proceso residencial, quedan con "bala pasada", o sea aún no están convencidos 100 % de abandonar la sustancia.
- La adicción es resistente (refractaria) a los tratamientos
- La recaída es una probabiidad, ya que la adicción tiene una tendencia a ella que no es menor y debemos abordarla desde esa realidad.
- La espiritualidad y la fe es fundamental en un proceso de restauración, pero debe ser acompañada de la aplicación de la ciencia y la evidencia para no caer en subjetividades.
- El proceso de recuperación es para toda la vida y se vive un día a la vez
- El éxito de un tratamiento es multifactorial, no hay una sola fórmula, no hay una receta mágica, no hay atajos.
- Mientras más investigamos acerca de la adicción y el cerebro, más ignorante somos acerca de la complejidad de ambos.
- La adicción esclaviza la voluntad, por lo tanto no es suficiente "decidir" dejar la droga, se requiere mucha disciplina y dominio propio
- Los mejores y más efectivos tratamientos son multidisciplinarios para abordar al usuario de forma integral (cognitivo, conductual, holístico, espiritual, sistémico, etc)
- Se debe trabajar con la familia desde la psicoeducación. La familia es un pilar fundamental de la recuperación.
Cuando creemos tener todas las respuestas, la adicción y su complejidad nos cambia todas las preguntas.
Yerkho Nunez Navarro