23/02/2023
Un excelente investigación del Doctor Pedro Calvo H.M.D
HOMEÓPATAS Y HOMEOPATÍA
Por: Pablo Calvo Sáenz-H.M.D.
En varias oportunidades hemos comentado que muchos HOMEÓPATAS, al usar procedimientos diagnósticos poco claros, prescripciones en clave y sustancias de dudosa procedencia y fármacos alopáticos a medio identificar, desfigurar el buen nombre y desdibujan la verdadera imagen de la Homeoterapia o Medicina del Semejante. Hay, aún, a esta hora tanta confusión; Hay, aún tanto desconocimiento que cualquiera en un momento dado se auto-titula homeópata y listo.
Una situación muy diferente es aquella de prepararse dentro del rigor científico (que exige un conocimiento exacto del remedio y su relación con el enfermo) dentro del sistema Hahnemanniano y, otra muy distinta, ampararse con el Rótulo de homeópata para recetar alopatía o plantas medicinales etc, las más de las veces desconociendo también tales procedimientos terapéuticos.
Por otra parte hemos acotado que pululan en Colombia una buena cantidad de “escuelas” que dicen enseñar homeopatía y donde seguramente no se tiene una clara conciencia de los fundamentos filosóficos doctrinales de esta ciencia y menos aún de la matera médica homeopática, que no es cosa de niños teniendo en cuenta que el conocer siquiera una patogenesia BIEN es para alguien que tenga pedestal de sabio.
Lo ideal sería que quienes estén en el ejercicio de la medicina por medio de la ley del similia, sometieran a sus pacientes, dentro de esas premisas, a sus efectos, tomaran conciencia de lo ventajoso, de lo sutil y positivo para la homeopatía y para los enfermos sostener UNICAMENTE la medicación señalada y experimentada al estilo del sabio de MEISEN. Como lo decíamos en el número uno de esta revista en el mes de Abril, próximo pasado, nosotros estamos ejerciendo una medicina paradójica porque es antigua y moderna a la vez. Entre más modernos y sofisticados “descubrimientos” se logran más razón y lógica se ve en favor de la homeopatía. Recordemos la histórica carta del ministro F. Guizot contestando a la academia de medicina de Francia en el año de 1.835, “si la homeopatía es una quimera caerá por sí sola….” Y que ha sucedido? Que homologando las pirámides, ha resistido la dura prueba del tiempo, porque, simplemente, es la verdad.
La homeopatía, bien aplicada y contando con la capacidad reaccional del organismo enfermo, cura y cura de verdad. Pero cuando, quien la prescribe, no ha elegido el semejante, no ha hecho la repertorizacion buscando la HOMEOPATICIDAD, sucede como dicen nuestros campesinos….. fue como echarlo al agua. Allí, entonces debe hablarse de la ineptitud o de la ignorancia del practicante, y no de una falla de la HOMEOPATÍA!
Como lo propuso Hahnemann, lo verdaderamente valioso para la salud de cualquier organismo vivo, es rehabilitarlo valiéndose de agentes o sustancias que hayan demostrado su capacidad de despertar, en los organismos sanos, respuestas parecidas o semejantes. Traigamos a colación un ejemplo: la SULFAMETOXIPIRIDOXINA la prescribirá un médico de formación Galénica para ciertos estados infecciosos, pero a ninguno de ellos se le ocurrirá indicarla a un enfermo con náuseas, vómitos, urticaria, cristaluria, rash y muchos otros estados, que suelen desencadenar, en la dosis alopática usuales, el citado fármaco.
Otro de los pilares fundamentales de la Homeopatía es la relación energía vital-dinamismo medicamentoso, el cual fue motivado de controversia, aún dentro de nuestras propias filas, y que hoy se ha venido dilucidando con el auxilio de ciencias como la química y la física.
La ciencia ha demostrado, que cuando se logra “reducir” una sustancia a su estado molecular y se aísla una de sus moléculas, ésta manifiesta una especial movilidad incesante, automática, conocida como “movimiento Browniano” la energía del movimiento no ha sido explicada, aún en forma concluyente pero, se conocen algunos de sus efectos.
En la farmacopea homeopática, siguiendo el proceso de preparación, ideado por Hahnemann, por la dilución y dinamización (ionización), se libera la ENERGÍA CURATIVA que es inherente al medicamento. En cada uno de los casos, singularmente, descubrimos que en la parte infinitesimal más pequeña de materia se oculta dentro de ella misma, una energía que jamás hubiésemos sospechado. Mal podríamos sentar cátedra sobre la relación que existe, entre esos fenómenos, pero, irrefutablemente sabemos, sí existen. Nadie que se haya sometido a la acción del remedio homeopático, bien elegido, puede negar sus poderosos efectos.
TOMADO DE LA REVISTA MÉDICA CIENTÍFICA “LA HOMEOPATIA EN COLOMBIA”
PAGINAS 26-27 AÑO CXXI ÉPOCA IX N°3 JULIO-AGOSTO 1986
Escrito por: Pablo Calvo Sáenz H.M.D.- Hace 32 años.