
20/05/2025
Poner límites saludables no es egoísmo, es salud mental.
Desde la psicología, entendemos los límites como una forma de proteger nuestra integridad emocional, física y mental. No son muros que aíslan, sino filtros que regulan qué permitimos y qué no en nuestras relaciones.
Muchas veces sentimos culpa por poner límites, sobre todo si hemos aprendido que “decir no” es sinónimo de rechazo. Pero la realidad es otra: decir “no” a lo que nos daña, nos invalida o nos desgasta, es decir “sí” a nuestro bienestar.
Poner un límite no siempre es cómodo, pero sí necesario. No se trata de herir al otro, sino de elegirnos a nosotros mismos con amor y responsabilidad.
Recuerda: el primer paso para enseñar a los demás cómo tratarnos, es tratarnos con respeto nosotros mismos.
¿Te ha costado poner límites alguna vez? Cuéntame, te leo.