21/08/2025
“FAMILIA, SIGNO DE ESPERANZA PARA LA HUMANIDAD”
Este es el lema elegido para esta LVI Semana de Integración Familiar 2025, que iniciará este viernes 22 de agosto y concluirá el viernes 29.
El lema es totalmente congruente con el de este Año Jubilar: “Peregrinos de la Esperanza”, que la Iglesia Católica está celebrando al cumplirse los primeros 25 años del siglo XXI y que busca ser un año de esperanza para un mundo que ha sufrido las consecuencias de la pandemia, las guerras y la crisis climática.
La Iglesia invita a los fieles a "peregrinar, reflexionar, orar y realizar acciones concretas para promover la unidad y el servicio a los demás, a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente.
Eso será posible si somos capaces de recuperar el sentido de la fraternidad universal, de la unidad y la armonía en la diversidad", nos dijo el Papa Francisco, en su anuncio de la declaratoria del Año Santo.
La esperanza es la virtud que nos sostiene en medio de las crisis y desafíos de la vida, por lo que debe ser cultivada en el seno de las familias, en los centros educativos, en las comunidades e iglesias.
Vivimos en un mundo dominado por la desesperanza, el desánimo, la prisa, el ruido, lo superfluo, la soledad, los temores, excesos y vacíos. No hay tiempo para el silencio, para encontrarnos con nosotros mismos, ni para “conectarnos” con la fuente de la esperanza, que es Dios, estar en su presencia, escucharlo, adorarlo y agradecerle por los innumerables dones y bendiciones que recibimos.
Debemos comprender que sólo de su mano podremos recuperar la alegría de vivir, convencernos de que es posible renacer, descubrir nuestro propósito y seguir caminando con alegría y esperanza, confiados en el amor y la misericordia del Señor.
El Evangelio nos dice: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos”. (1 Pedro 1:3)
Pero qué entendemos por esperanza?
En palabras del papa Francisco:
“La esperanza no es una palabra vacía, ni un vago deseo nuestro de que las cosas vayan mejor: la esperanza es una certeza, porque se funda en la fidelidad de Dios a sus promesas. Y por eso se la llama virtud teologal: porque está infundida por Dios y tiene a Dios como garante.
El cristiano no puede contentarse con tener esperanza; debe también irradiar esperanza, ser sembrador de esperanza.”
Con el propósito de que cada familia sea un signo de esperanza para la humanidad, como reza el lema de esta SIF, el Movimiento Familiar Cristiano ha elaborado un documento guía, en coordinación con el Ministerio de Educación Pública, que permitirá ahondar en el tema, mediante el enfoque de cuatro subtemas que se proponen para la reflexión, análisis y la acción creativa, que permitan experimentar un nuevo espíritu de esperanza en nuestros corazones, familias, centros educativos y comunidad en general.
Los subtemas son:
1. Construyamos familias sólidas.
2. Vivamos la alegría del amor en la familia.
3. La educación cristiana en la familia.
4. Jóvenes: el futuro no espera.
Además del material preparado, cada subtema será desarrollado por miembros del MFC, mediante charlas virtuales que tendrán lugar durante la SIF, vía Zoom y que cada día anuncieremos en la Revista Hogar y Fe.
Familias, seamos signo de esperanza en nuestra sociedad. Participemos de las actividades programadas para esta 56 SIF, para cual se ha diseñado y circulado este afiche.