
10/09/2025
El suicidio no es un acto de egoísmo, sino el grito desesperado de alguien que ha llegado a su límite. Es la manifestación extrema de un sufrimiento inmenso que a veces no encontramos cómo expresar. La persona que lo considera no quiere morir, quiere que el dolor se detenga.
¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien decir "estoy bien" cuando su mirada dice lo contrario? ¿Cuántas veces hemos ignorado una llamada o un mensaje de un amigo que se está aislando?
El suicidio nos confronta con nuestra propia capacidad de empatía, con nuestra voluntad de ver más allá de las apariencias y de ofrecer una mano, una palabra, un abrazo. El mayor acto de valentía no es hablar de ello, sino escuchar cuando alguien se atreve a hacerlo.
A veces, no se necesitan grandes discursos o soluciones perfectas. Solo necesitamos estar presentes, sin juicios. Preguntar "¿cómo estás de verdad?" y estar dispuestos a escuchar la respuesta, sin importar cuán difícil sea. Porque un corazón que escucha puede ser el primer paso para sanar un alma que se está perdiendo.
En este día, te invito a reflexionar sobre tu propia vida y las personas que te rodean. Tal vez, alguien cerca de ti necesita que le tiendas una mano, una llamada, un mensaje. No esperes a que sea demasiado tarde. Seamos la luz en la oscuridad de alguien más. 💖