15/04/2020
“A GRANDES MALES, GRANDES SOLUCIONES”
La pandemia del coronavirus (COVID-19) constituye una grave amenaza para la salud de los pueblos indígenas. El acceso deficiente a la atención sanitaria, las tasas significativamente más altas de enfermedades transmisibles y no transmisibles, falta de acceso a servicios esenciales, saneamiento y otras medidas preventivas clave, como agua limpia, jabón, desinfectante, entre otros, convierte a nuestros pueblos en elevadísimo riesgo. De la misma manera, las instalaciones médicas dentro de nuestros espacios territoriales, si es que las hay, están mal equipadas y carecen de personal suficiente. Un factor clave es asegurar que en esas instalaciones se presten servicios médicos en lenguas indígenas, por personal médico indígena, lo que potencia los niveles de confianza en la relación médico - paciente. Además, se tome en cuenta la situación específica de cada pueblo indígena.
Es importante considerar que aun cuando nuestros pacientes indígenas pueden acceder a los servicios de salud, se deben enfrentar al estigma y la discriminación, situación que hemos denunciado en múltiples ocasiones.
Nuestros pueblos indígenas experimentan un alto grado de marginación socioeconómica y corren un riesgo desproporcionado, por su falta de acceso a sistemas eficaces de vigilancia epidemiológica y alerta temprana (tenemos evidencia de ello).
A medida que aumenta el número de infecciones por el COVID-19 en todo el mundo, al día de hoy no se cuenta con datos sobre la tasa de infección en los pueblos indígenas (incluso donde hay informes y pruebas disponibles), o no se registran por origen étnico. Las medidas de aislamiento continúan en numerosos países, mientras en los pueblos indígenas que ya afrontaban la inseguridad alimentaria, como resultado de la pérdida de sus tierras y territorios tradicionales, se enfrentan a retos aún más graves en el acceso a los alimentos.
Sin embargo, los pueblos indígenas ya están buscando sus propias soluciones, muchos de manera independiente, con diferentes mecanismos. Están tomando medidas y utilizando los conocimientos y prácticas tradicionales, como el aislamiento voluntario y el cercamiento de sus territorios, así como medidas preventivas, en sus propias lenguas.