19/04/2024
|•| Durante el acto sexual, transmitimos una serie de vibraciones y energía a la otra persona, e igualmente nosotros recibimos las vibraciones y la energía de la otra persona.
Esto nos permite posteriormente sincronizarnos energéticamente.
Luego de tener relaciones, el cuerpo femenino y masculino quedan totalmente impregnados del aura del otro, e incluso, la psiquis subconsciente de cada uno es absorbida por el compañero.
Por esta razón, pueden sanarse mutuamente, si efectivamente en el acto sexual hubo amor.
Esta huella energética queda por un largo periodo, en la mente, en el corazón, y en el ser de cada cual.
Por lo cual pueden llegar a sentir emociones, pensamientos y sentimientos similares
Es por todo esto que al compartir la sexualidad, te impregnas de las energías e influencias, tanto positivas como negativas de la otra persona.
Si no hay una conexión de almas, si tienes s**o con otras personas, estando dentro de una relación establecida, si hay s**o casual, si el s**o se usa como “arma” para conseguir algo, lo único que haces es contaminarte con energías dañinas, que a su vez se reflejan en tu prosperidad, salud y conexión de consciencia.
Adicionalmente, el orgasmo abre portales y estos permiten la entrada y salida de energías, siempre que hay s**o de estas formas se adhieren a los cuerpos entidades parasitarias ligadas a la energía sexual, por lo que debes tener cuidado con quién te relacionas; y si esa pareja o esas personas ya no se encuentran acompañándote en tu presente, es necesario que cortes con esos lazos que se crearon para que liberes la transmisión energética de ambas partes, para que restablezcas lo que entregaste, lo que te quitaron y retires el control que el otro pueda tener sobre ti, consciente o inconscientemente.
Y de esa manera puedas estar lista para tener una relación amorosa sana.
Lindha Arizmendi