16/11/2025
Buenas noches 🌃 Aserrí.
Gracias a La Potente Radio-TV por tan hermosa nota a nuestro fundador Rafael Humberto Zamora Castro, al celebrar nuestro 25 aniversario, solo queremos decir gracias infinitas por creer en nuestro trabajo y ser parte de este sueño hecho realidad. Dios les bendiga por siempre.
Por muchos años más 🙏✨.
𝐇𝐮𝐦𝐛𝐞𝐫𝐭𝐨 𝐙𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚: 𝟐𝟓 𝐚ñ𝐨𝐬 𝐚𝐥 𝐟𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐟𝐚𝐫𝐦𝐚𝐜𝐢𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐢𝐝𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐬𝐟𝐮𝐞𝐫𝐳𝐨 𝐲 𝐬𝐞𝐫𝐯𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨
Van a cumplirse 25 años de ese 8 de diciembre del 2000, cuando abrió sus puertas la Farmacia Zamora, un emprendimiento que nació de la visión y perseverancia de Humberto Zamora Castro, un aserriceño cuya vida ha estado siempre ligada al servicio comunitario.
Aunque el negocio se consolidó a inicios del nuevo milenio, su origen se remonta a 1973, cuando don Humberto heredó el lote donde hoy se ubica la farmacia, tras la muerte de su abuela. Desde ese momento empezó a gestarse el sueño de construir un espacio para atender a la gente de su comunidad.
Zamora creció entre estantes y frascos de medicamentos, pues su padre era propietario de la recordada pulpería La Geisha, que además funcionaba como cantina y botiquín.
Allí, siendo apenas un muchacho, aprendió a tratar a las personas y a conocer sus necesidades, lo que más tarde lo motivó a estudiar farmacia.
A pesar de las opiniones que le sugerían instalar el negocio en otra zona, don Humberto decidió que Aserrí era el lugar donde debía levantar su proyecto, por su arraigo, su historia y su compromiso con el cantón.
Hoy, Zamora recuerda con orgullo la evolución positiva que ha tenido la farmacia durante estas dos décadas y media. Señala que la clave del crecimiento ha sido el trato cercano con los vecinos, la honestidad en la orientación y la confianza que han logrado construir.
Cuando un paciente lo requiere, no duda en recomendar una visita al médico o a un especialista. “Yo le pido a Dios que me ilumine para escoger lo correcto”, expresa al referirse al compromiso que asume cada día con quienes buscan su ayuda.
La pandemia representó uno de los retos más complejos en la historia del negocio. Sin embargo, la farmacia permaneció abierta durante las 12 horas habituales, cumpliendo estrictamente los protocolos sanitarios y atendiendo a una población que necesitaba orientación y acompañamiento.
“Fue un tiempo triste y doloroso, pero no podíamos irnos”, recuerda Zamora, quien considera fundamental el papel de la farmacia como centro de salud para la comunidad.
Para don Humberto, uno de los aspectos más valiosos de su labor es la relación cercana con los habitantes de Aserrí. Muchos de los clientes son personas que conoce desde hace años, y todas las personas que han trabajado en la farmacia también son originarias del cantón.
Ese vínculo, asegura, genera un ambiente de confianza y familiaridad que los vecinos valoran profundamente. “La gente se siente cómoda porque saben que los conocemos”, afirma.
A sus años, Zamora reconoce que inicia un proceso gradual hacia el retiro, mientras su hija Sofía asume un rol cada vez más protagónico en la administración. Aunque busca más tiempo de descanso, asegura que disfrutar del ambiente de la farmacia es también una forma de liberar estrés.
Con remodelaciones recientes y una visión de crecimiento sostenido, don Humberto se muestra “tremendamente satisfecho” por lo logrado en estos 25 años, consciente de que mantener un negocio así no ha sido tarea fácil, pero sí profundamente gratificante para él y para la comunidad de Aserrí.
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