17/11/2022
Estos días han sido un poco de locos en nuestra casa. Hemos tenido mucho trabajo, actividades, sorpresas, celebraciones, etc.
Reflexionando el día de ayer con mi esposo nos dimos cuenta que en una semana habíamos fallado un par de veces con los dientes de los enanos… y sí, a mi también me pasa, somos humanos.
Valorando los días que habíamos “fallado” nos dimos cuenta de lo siguiente:
-por alguna razón los cepillos de dientes de los chicos que siempre andamos en sus cosas no estaba (ya lo volvimos a meter). Siempre andamos ropa extra, pijamas y el estuche de higiene bucal. Así que cuando salimos tarde de algún lugar van con pijamas y dientes limpios, esta vez salieron con pijamas pero con dientes sucios.
-normalmente bajamos a desayunar ya con los dientes limpios, pero el domingo bajamos a desayunar sin habernos bañado y aparte decidimos ir a la piscina directamente (nos saltamos el cepillado de la mañana). Resolvimos colocando cepillos de dientes en el baño de abajo y colocando un post it en la puerta de la casa con un cepillo de dientes.
-en la mañana a veces es de locos y estos días le ha tocado a mi esposo alistarlos sólo porque entro muy temprano al Hospital de Niños, entonces hicimos una lista y la pegamos en el espejo del baño para que no se nos olvidara nada de la rutina de la mañana.
En resumen, soluciones hay. Simplemente hay que ser consciente y darse cuenta de lo que está pasando para así poder actuar.
El higiene bucal es tan importante y previene la enfermedad de la caries dental que afecta muchos niños. Y somos nosotros, los adultos, quienes podemos actuar y tener las bocas de nuestros hijos sanas.