
27/07/2025
Que unidad dental elegir?
Las unidades dentales son estaciones de trabajo imprescindibles en cualquier clínica dental. Permiten acomodar al paciente y realizar la intervención en las mejores condiciones. Incluyen principalmente un sillón dental para la instalación y el posicionamiento del paciente, un porta-instrumentos con varios instrumentos conectados, una lámpara de operatoria para la iluminación del área de tratamiento, una escupidera y un sistema de aspiración.
• ¿Cuál es la diferencia entre una unidad dental y un sillón dental?
Las unidades dentales se conocen impropiamente como sillones dentales. Si bien, en este caso se establece una diferencia entre ambas denominaciones. Un sillón dental es uno de los componentes de la unidad completa.
La configuración puede variar de una unidad dental a otra, aunque existen tendencias generales. Así pues, casi todas las unidades están provistas de un sistema de aspiración y de un porta-instrumentos que incluye los instrumentos necesarios para la intervención. Entre ellas:
o Piezas de mano: incluyen turbinas, contraángulos y micromotores para fresar un diente con rapidez.
o Jeringa de tres vias, para secar o lavar un área específica de la boca.
o Scaler dental.
Sillón dental
El sillón es una parte importante del conjunto ya que es donde se realiza la consulta. Todos los sillones permiten ajustar la altura del asiento, la inclinación y la posición del reposacabezas.
La unidad dental dispone, además, de otros elementos:
o Una lámpara de operatoria, que proporciona al dentista una visión sin sombras de la boca del paciente.
o Instrumentos de succión, para succionar el exceso de saliva cerca de las glándulas sublinguales.
o Una escupidera, para evacuar los enjuagues del paciente durante y al final del tratamiento.
o Un pedal, que permite al dentista activar los instrumentos.
Todos los instrumentos reutilizables se esterilizan después de cada intervención. Muchos artículos son desechables.
• ¿Cómo funciona una unidad dental?
Las unidades dentales están dotadas de:
o Suministro de aire comprimido: las unidades dentales utilizan aire comprimido por lo general. Para ello, se conectan a un compresor de aire de grado médico o a una red central de aire comprimido. Los compresores suelen suministrar entre 8 y 10 bares a la salida del tanque, siendo esta presión demasiado alto para los equipos dentales. Se pueden obtener entre 4,5 y 5,5 bares siguiendo las recomendaciones del fabricante, con un reductor de presión con posible filtro en la salida del compresor, por ejemplo. Un buen aislamiento sonico de la consulta será imprescindible.
o Suministro de agua: las unidades dentales también deben estar conectadas a un suministro de agua para las funciones de enjuague, limpieza y enfriamiento. El agua puede causar muchos problemas en las unidades dentales debidos a la cal, la arena, el lodo, el óxido o el cloro. Asimismo, las biopelículas bacterianas pueden aparecer rápidamente en las superficies internas de las tuberías y los depósitos conectados. Para evitar tales complicaciones, la regla de oro es que clínica tenga una llave de paso general ergonómica, limpia y eficiente y detenga el suministro todas las noches. Se deberán evitar los grifos antiguos de difícil acceso. Para controlar la cal en las instalaciones, existen cartuchos de silicofosfatos que ayudan a combatir los depósitos. Su vida útil es de aproximadamente seis meses.
o Suministro eléctrico: los componentes de la unidad dental, así como los instrumentos utilizados durante el tratamiento, pueden necesitar alimentación eléctrica. Es el caso de los micromotores, entre otros.
o Ergonomía: se refiere a la capacidad de movimiento de los componentes de la estación, como el sillón o el portainstrumentos. Los estudios revelan que trabajar con una bandeja para instrumentos colocada en el brazo articulado, por encima del pecho del paciente, es la mejor manera de mantener una buena posición equilibrada sin comprometer la visión de todas las superficies dentales. Deberá tenerse en cuenta también que el asiento del dentista o del asistente debe estar más bajo que el del sillón del paciente. En esta posición, la columna vertebral del odontólogo conserva su curvatura natural, lo que evita presiones prolongadas sobre los discos intervertebrales.
Los principales elementos que hay que tener en cuenta para el buen funcionamiento de la unidad dental son:
o El suministro de aire comprimido.
o El suministro de agua.
o El suministro eléctrico.
o Le ergonomía.
• ¿Cuáles son los criterios a la hora de adquirir una unidad dental?
Además de los sistemas de alimentación necesarios para el correcto funcionamiento de la unidad dental, serán igualmente importantes:
o Las dimensiones: la superficie disponible para la instalación de una unidad dental determinará el número de componentes y la configuración del sistema —compacto o no—.
o Las aplicaciones: las intervenciones son variadas y abarcan todas las subespecialidades de la odontología —endodoncia, periodoncia, implantología, etc.—. Si bien, existen unidades específicas para ciertos actos como la ortodoncia, por ejemplo. Será necesario tenerlo en cuenta, sobre todo en lo que respecta a la configuración del porta-instrumentos.
o La movilidad: se traduce en la posible necesidad de un sistema portátil. Hay unidades dentales portátiles que caben en una maleta con un peso de unos diez kilos. Pueden equiparse con un compresor de aire para el funcionamiento de las piezas de mano neumáticas, por ejemplo. Estas unidades son ideales para misiones o clínicas dentales móviles.
• ¿Cómo funciona una unidad dental?
Las unidades dentales están dotadas de:
o Suministro de aire comprimido: las unidades dentales utilizan aire comprimido por lo general. Para ello, se conectan a un compresor de aire preferiblemente de grado médico o a una red central de aire comprimido. Los compresores suelen suministrar entre 8 y 10 bares a la salida del tanque, siendo esta presión demasiado alto para los equipos dentales. Se pueden obtener entre 4,5 y 5,5 bares siguiendo las recomendaciones del fabricante, con un reductor de presión con posible filtro en la salida del compresor, por ejemplo. Un buen aislamiento sonico de la consulta será imprescindible.
o Suministro de agua: las unidades dentales también deben estar conectadas a un suministro de agua para las funciones de enjuague, limpieza y enfriamiento. El agua puede causar muchos problemas en las unidades dentales debidos a la cal, la arena, el lodo, el óxido o el cloro. Asimismo, las biopelículas bacterianas pueden aparecer rápidamente en las superficies internas de las tuberías y los depósitos conectados. Para evitar tales complicaciones, la regla de oro es que clínica tenga una llave de paso general ergonómica, limpia y eficiente y detenga el suministro todas las noches. Se deberán evitar los grifos antiguos de difícil acceso. Para controlar la cal en las instalaciones, existen cartuchos de silicofosfatos que ayudan a combatir los depósitos. Su vida útil es de aproximadamente seis meses.
o Suministro eléctrico: los componentes de la unidad dental, así como los instrumentos utilizados durante el tratamiento, pueden necesitar alimentación eléctrica. Es el caso de los micromotores, entre otros.
o Ergonomía: se refiere a la capacidad de movimiento de los componentes de la estación, como el sillón o el porta-instrumentos. Los estudios revelan que trabajar con una bandeja para instrumentos colocada en el brazo articulado, por encima del pecho del paciente, es la mejor manera de mantener una buena posición equilibrada sin comprometer la visión de todas las superficies dentales. Deberá tenerse en cuenta también que el asiento del dentista o del asistente debe estar más bajo que el del sillón del paciente. En esta posición, la columna vertebral del odontólogo conserva su curvatura natural, lo que evita presiones prolongadas sobre los discos intervertebrales.
Los principales elementos que hay que tener en cuenta para el buen funcionamiento de la unidad dental son:
o El suministro de aire comprimido (seco y grado médico).
o El suministro de agua.
o El suministro eléctrico.
o La ergonomía.
• ¿Cuáles son los criterios a la hora de adquirir una unidad dental?
Además de los sistemas de alimentación necesarios para el correcto funcionamiento de la unidad dental, serán igualmente importantes:
o Las dimensiones: la superficie disponible para la instalación de una unidad dental determinará el número de componentes y la configuración del sistema —compacto o no—.
o Las aplicaciones: las intervenciones son variadas y abarcan todas las subespecialidades de la odontología —endodoncia, periodoncia, implantología, etc.—. Si bien, existen unidades específicas para ciertos actos como la ortodoncia, por ejemplo. Será necesario tenerlo en cuenta, sobre todo en lo que respecta a la configuración del porta-instrumentos.
• La calidad: Las unidades dentales de alta calidad experimentan menos problemas técnicos. Están diseñados con precisión y utilizan componentes y instrumentos de marcas reconocidas. Estos reconocidos fabricantes son sinónimo de confiabilidad y excelencia, lo que se traduce en menos averías y menos tiempo de inactividad.
• ¿Qué complementos ofrecen las unidades dentales?
Las unidades dentales más avanzadas ofrecen opciones adicionales como monitores de vídeo o generadores de rayos X.
En este último caso, los sistemas de radiografía dental intraoral con placa de fósforo permiten obtener imágenes de manera instantánea. Se pueden obtener así radiografías panorámicas o imágenes de ortodoncia. Algunos fabricantes han lanzado tecnologías avanzadas que garantizan imágenes precisas y de alto contraste con bajas dosis de radiación.
También hay generadores de rayos X dentales portátiles, que permiten obtener radiografías intraorales en situaciones en las que no se dispone de un generador mural.
Cada vez son más los profesionales que recurren a la odontología digital para optimizar aún más sus intervenciones. Gracias a estas técnicas avanzadas, se pueden obtener imágenes panorámicas, ortodónticas o en 3D casi inmediatamente.