Descripción clínica
El SWH (Síndrome Wolf-Hirschhorn),se da con mayor frecuencia en mujeres que en varones (2:1). Se observa un marcado retraso en el crecimiento intrauterino y una ganancia continua y lenta de peso postnatal. Los pacientes tienen unos rasgos faciales distintivos caracterizados por una apariencia de ''casco de guerrero griego'' (puente nasal amplio continuo hasta la frente), visibl
e más claramente antes de la pubertad; así como microcefalia, frente alta con glabela prominente, hipertelorismo, epicanto, cejas muy arqueadas, filtrum corto, comisuras bucales hacia abajo, micrognatia, pabellones auriculares escasamente formados, y presencia de hoyuelos y/o apéndices preauriculares y, en ocasiones, labio leporino/paladar hendido. Las anomalías esqueléticas incluyen cifosis o escoliosis con malformación de cuerpos vertebrales, costillas accesorias o fusionadas, pie zambo y mano hendida. Los pacientes presentan hipotonía y subdesarrollo muscular, lo que causa probablemente las dificultades frecuentes en la alimentación y puede provocar un retraso en el crecimiento. El retraso en el desarrollo es grave: la mayoría de los pacientes no logran controlar los esfínteres, auto alimentarse o vestirse y, menos del 50%, andar, con o sin apoyo, entre los 2 y 12 años de edad. El déficit intelectual es entre moderado y grave, raramente leve. El habla se limita a sonidos guturales o disilábicos, excepto en unos pocos pacientes que alcanzan a formular frases simples. Se han observado varios tipos de convulsiones en más del 95%, su aparición se da entre el periodo neonatal y los 36 meses y el factor desencadenante es a menudo la fiebre. El estatus epiléptico se da en la mitad de los pacientes. Más del 30% de los niños desarrollan ausencias atípicas de 1 a 6 años de edad. En un 50%, las convulsiones se detienen en la niñez. Etiología
La mayoría de los pacientes tienen defectos estructurales en el sistema nervioso central, que incluye con mucha frecuencia adelgazamiento del cuerpo calloso. En un 50%, se observan defectos cardíacos congénitos, en particular defecto del tabique atrial. También se observan con frecuencia anomalías oftalmológicas, auditivas y dentales. Los pacientes pueden tener infecciones recurrentes del tracto respiratorio y otitis media, por déficit de anticuerpos. Se han descrito malformaciones del tracto urinario, y la mitad de los pacientes varones presentan hipospadias y criptorquidia. El SWH está causado por una deleción en el brazo corto del cromosoma 4 (región 4p16.3), incluyendo al menos una parte de los genes LETM1 y WHSC1. Las deleciones mayores de 3 Mb parecen estar asociadas con un mayor riesgo de defectos congénitos y paladar hendido. Métodos diagnósticos
El diagnóstico se basa en el examen físico y se confirma por análisis genético molecular o citogenético. El estudio electroencefalográfico (EEG) muestra hallazgos característicos en el 90% de los pacientes. Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial incluye muchos síndromes que muestran retraso en el crecimiento, discapacidad intelectual y/o dismorfismo facial, tales como los síndromes de Seckel, CHARGE, Smith-Lemli-Opitz, Opitz G/BBB, Williams, Rett, Angelman y Smith-Magenis. Diagnóstico prenatal
Los test prenatales son posibles cuando ya se ha identificado un reordenamiento cromosómico 4p16.3 en uno de los padres. En la mayoría de los casos (más o menos 50-60%) no se hereda de los padres y la deleción es “de novo” (es decir, que surge por la primera vez en la persona afectada, sin ser heredada del padre o de la madre). En alrededor de 40% a 45% de los casos, la persona afectada tiene una anomalía cromosómica llamada “translocación desequilibrada” en la que hay una deleción en el cromosoma 4 y una pieza extra (trisomía) de parte de otro cromosoma. En estos casos, la translocación desequilibrada puede ser “de novo”, o heredada de un padre que tiene una translocación equilibrada (en la que no hay ninguna pérdida o ningún gano de material genético) y que no tiene ningún problema de salud. Sin embargo, las translocaciones pueden desequilibrarse a medida que se pasan a la próxima generación. Una prueba genética (cariotipo) en la que los cromosomas son analizados puede determinar si uno de los padres tiene una anomalía cromosómica en la que hay un reordenamiento cromosómico entre el cromosoma 4 y otro cromosoma. Las personas con el síndrome de Wolf-Hirschhorn que heredan una translocación desequilibrada en la que hay pérdida de los genes (LETM1, MSX1, y WHSC1 ) localizados en el brazo corto (p) del cromosoma 4 tienen los problemas de salud característicos del síndrome de Wolf-Hirschhorn.[1]
Herencia
Cuando uno de los padres tiene una translocación equilibrada que compromete el cromosoma 4, existe riesgo de tener otros hijos con síndrome de Wolf-Hirschhorn. Por eso, una vez que se encuentra una translocación, otros miembros de la familia también pueden ser examinados para ver si son portadores de la misma translocación equilibrada. El resto de los casos tiene otras anomalías cromosómicas que resultan en la deleción 4p16.[2] Los riesgos para los miembros de la familia y sus hijos dependen del mecanismo de cómo se produce la delección en la persona afectada.