14/11/2025
maginá que tu cuerpo es una gran pista de Hot Wheels.
El carro es la glucosa.
Y la pista, con sus sensores y portones, son tus receptores de insulina, los encargados de abrir paso para que la energía entre a tus células.
Cuando todo funciona bien, el carro fluye, toma velocidad, hace loopings y sigue su camino sin problema. Energía pura. Vida. Movimiento.
Pero cuando hay resistencia a la insulina…
La pista empieza a fallar.
Los portones no abren bien.
Los sensores se saturan.
Y el carro comienza a acumularse, frenarse, estrellarse… no por falta de carros, sino por falta de respuesta.
Tu páncreas, desesperado, manda más y más “controladores” (insulina) para intentar abrir esos portones que ya no responden.
Y ahí arranca el caos:
🔸 Cansancio constante
🔸 Dificultad para bajar grasa
🔸 Más antojos
🔸 Panza inflamable
🔸 Sueño desordenado
🔸 Cambios de humor
No es falta de fuerza de voluntad.
Es una pista colapsada.
La buena noticia:
La pista se puede reparar.
Y sí, vos podés volver a fluir.
Con cambios inteligentes, alimentación adecuada y movimientos estratégicos, tus portones vuelven a abrirse, tus carros vuelven a correr, tu energía vuelve a subir… y tu cuerpo se siente como debe sentirse: ligero, fuerte y en control.
En la clínica trabajamos este proceso paso a paso, y diseñamos un plan que limpia la pista y recupera tu sensibilidad, para que dejés de pelear con tu cuerpo y empecés a trabajar con él.
Tu salud no depende de correr más fuerte, sino de correr en la pista correcta.