
27/08/2025
Renacer entre manos humanas
Hoy, una pequeña guerrera ha cruzado el umbral de la incertidumbre hacia la luz de la vida. Nació con una herida abierta al mundo —la gastrosquisis— como si su cuerpo dijera desde el primer instante: “Estoy aquí, pero necesito que me sostengan.”
Y así fue. Un equipo de manos sabias, ojos atentos y corazones comprometidos lo recibió. La ciencia hizo su parte, pero fue el cuidado —ese arte silencioso de la ternura— lo que tejió día a día su recuperación. Gracias a un gran equipo de obstetras del hospital Lenin, neonatólogos del Lenin y del Centro regional de cirugía neonatal del Pediatrico de Holguín, cirujanos pediatras, anestesiólogos, radiólogos, cardiologos y los cuidados generosos y sabios del personal de enfermería de ambos hospitales.
Hoy, ese bebé se va a casa. Su cuerpo ha sanado, pero también ha dejado huellas invisibles en quienes lo acompañaron. En sus padres, que aprendieron a esperar con fe y en los profesionales de neonatología, que no solo curan, sino que abrazan con conocimiento y compasión.
La familia, agradecida, nos recuerda que la medicina no es solo técnica: es vínculo, es presencia, es humanidad. Y que cada egreso no es solo un alta médica, sino una celebración del misterio de la vida que se abre paso.
¡Gracias por confiar. Gracias por permitirnos ser parte de este renacer!
Tomado del perfil del Dr Augusto Pérez Berbén